Rubén Recalde, quien califica la candidatura como una “responsabilidad enorme”, ha enfatizado el compromiso total con la entidad. Aseguró que él y su familia, definidos como “gente de cancha”, están dispuestos a estar “24/7" en el club.
La candidatura de Recalde surge en respuesta a la “falta de triunfos” que aqueja al club. Según el candidato, la actual dirigencia “ya cumplió su ciclo” al no conseguir los resultados esperados, abriendo la oportunidad para que otro grupo de cerristas tome la posta.
En el ámbito deportivo, el movimiento afirma tener “todo definido”. Recalde confirmó que ya tienen elegido al futuro director técnico, quien ha dado su consentimiento para asumir si el movimiento gana la asamblea. La condición innegociable para el nuevo estratega es que posea “experiencia y olor a vestuario ganador”. El objetivo es claro: solo se buscarán “gladiadores y generales” que compartan la misma línea de trabajo y principios.
Por su parte, el empresario Blas Reguera describió la candidatura como un “sueño” y un “anhelo” inculcado desde su niñez. Reguera aporta ocho años de experiencia interna en la institución. Durante seis años (dos periodos), fue vicepresidente de las formativas, y estuvo presente en los logros del equipo de Primera, incluyendo el campeonato de 2015 y la buena campaña en la Copa Sudamericana de 2016.
En términos de gestión, Reguera prioriza el mantenimiento de un “presupuesto relativamente equilibrado” y la comunicación “frontal” con los grupos internos para garantizar el cumplimiento de los acuerdos.
El movimiento “Cerro Primero”, según su candidato ha priorizado el diálogo con el “pueblo cerrista”, realizando varias reuniones que ya congregan a cerca de 1.000 personas. Reguera destacó que la decisión de salir al aire fue dilatada para mantener ese contacto y aprender de las bases.