Cousirat explicó que el cambio buscó acortar la brecha de protección ante el aumento de brotes en países vecinos. “La primera dosis se aplica al cumplir un año. La segunda, que antes se daba a los cuatro años, ahora se aplica a los 18 meses”, detalló.
El director señaló que la vacuna contra el sarampión forma parte del esquema nacional desde 1980, y que la cobertura histórica en Paraguay es alta, gracias a campañas masivas realizadas en años anteriores.
Instó a los padres a revisar las tarjetas de vacunación de sus hijos y acudir a los vacunatorios si falta alguna dosis. “Si tenés un niño de tres, cuatro o cinco años y no tiene la segunda dosis, acudí al vacunatorio. Las dosis están disponibles y son gratuitas”, afirmó.
Explicó que con ambas dosis aplicadas, la protección alcanza el 98%, lo que permite evitar brotes comunitarios. “Estamos hablando de una enfermedad muy contagiosa. Un solo caso puede contagiar hasta a 18 personas”, advirtió.
Recordó que Paraguay realizó campañas de vacunación masiva en 1998 y 2005, con resultados significativos. “En 1998 se alcanzó el 100% de cobertura en menores de 15 años. En 2005 se vacunó a personas de 5 a 39 años”, explicó.
Señaló que las personas nacidas antes de 1966 probablemente padecieron la enfermedad, ya que el sarampión era endémico antes de la introducción de la vacuna. “Toda persona mayor de 25 años tiene al menos dos dosis. Esa población participó de varias campañas y recibió el esquema regular”, sostuvo.
Cousirat recomendó que los menores de 25 años verifiquen sus antecedentes de vacunación, ya que son el grupo más expuesto en caso de brote. “Es muy importante hacer esta búsqueda en la tarjeta, por más vieja que sea. Ahí figura si recibiste la dosis contra el sarampión”, indicó.
El director del PAI reiteró que la vacuna es segura, eficaz y gratuita, y que el país cuenta con suficientes dosis para cubrir la demanda.