El legislador denunció que la asignación presupuestaria fue insuficiente, y que el Ejecutivo priorizó negociados antes que fortalecer hospitales de alta complejidad.
“No piensan en términos de política de Estado y ese es el principal problema. En salud hay que saber priorizar los recursos en la asignación presupuestaria”, afirmó. Iramain explicó que Paraguay solo utilizó USD 1.300 millones del Presupuesto General de la Nación, que asciende a USD 17.000 millones, lo que representa una inversión per cápita de USD 300 anuales, muy por debajo del promedio regional de USD 1.500.
Sostuvo que el 70% de la población debería utilizar el sistema público de salud, pero que solo el 40% accede efectivamente, debido a consultas tardías, falta de infraestructura y carencia de mantenimiento. “Uno de los graves problemas de salud pública es que no hay presupuesto para el mantenimiento. No hay un plan ejecutivo para diseñar un sistema de salud”, señaló.
Criticó que el gobierno compró ambulancias y mamógrafos sin criterio técnico, y que no fortaleció los hospitales existentes. “Lo primero que tendría que haber hecho es invertir en hospitales de alta complejidad que ya existen. Ahí está la gente capacitada y especializada”, afirmó.
El legislador también denunció que el gobierno negoció fondos de Itaipú sin rendición de cuentas ante el Congreso, lo que calificó como una maniobra opaca. “Después de ese negociado con Itaipú, lo primero que debieron hacer fue fortalecer el sistema de salud. Pero no lo hicieron”, expresó.
Insistió en que las inversiones deben ser transparentes, y que el porcentaje destinado a intermediarios es conocido. “Sabemos perfectamente en qué consisten esas inversiones. Un porcentaje va para la gente que propone”, advirtió.
Iramain concluyó que el gobierno de Peña no tiene capacidad de gestión en ninguna área, y que la falta de planificación afecta directamente a los servicios públicos. “Este gobierno no solamente no tiene un plan, no tiene capacidad de gestión en todas las áreas”, sentenció.
El senador pidió que el Ejecutivo defina objetivos claros, y que coordine una red nacional de servicios de salud antes de construir nuevas infraestructuras. “Hay que entender qué se quiere hacer. Si no hay un criterio, las carencias van a continuar”, remarcó.