“Es una figura que ya estaba prevista. Lo que hicimos fue establecer límites de tiempo para otorgar exenciones y evaluarlas nuevamente cuando se cumpla el plazo”, afirmó Orué. El funcionario señaló que los proyectos incluyeron modificaciones al régimen de maquila y a la ley de inversión, y que la DNIT colaboró técnicamente con el Ministerio de Economía y Finanzas en la redacción.
Consultado sobre el impacto en la recaudación tributaria, Orué sostuvo que el nuevo esquema no representaría una pérdida significativa de ingresos. “En principio, no va a ser una cifra importante. Las exenciones actuales son mayores a las que se proponen en el nuevo proyecto”, explicó.
Destacó que, por ejemplo, la Ley 6090 exime del impuesto a la renta empresarial sin límite, mientras que el nuevo proyecto sí establece un tope, lo que lo vuelve más conveniente desde el punto de vista fiscal. “Lo que buscamos es una mayor inversión extranjera, y eso se compensa con generación de empleo y dinamismo económico”, agregó.
Aclaró que no todas las inversiones serán aprobadas automáticamente, ya que los regímenes especiales como maquila y zona franca requieren estudios de sostenibilidad. “Si el proyecto no convence, aunque tenga USD 13 millones de inversión, y no genera empleo ni impacto local, no se aprueba en el Consejo”, afirmó.
El funcionario explicó que el análisis incluye criterios como generación de mano de obra paraguaya, impacto sectorial y viabilidad económica, lo que permite filtrar propuestas que no aporten al desarrollo nacional.
Orué indicó que el gasto tributario —es decir, el monto que el Estado deja de percibir por las exenciones— será monitoreado y ajustado en función de los resultados. “Eso va a depender mucho de la inversión. Si logramos inversiones importantes, se compensa con empleo y actividad económica”, sostuvo.