Carolina Llanes, ministra de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), negó estar envuelta en casos de tráfico de influencia. La Cámara de Diputados la exhortó a renuncia a su cargo, argumentando que dos de sus hijos ejercen como abogados litigantes en sonados procesos por corrupción y lavado de dinero.
“Mi hijo es abogado desde el 2014, en sus inicios trabajó en la Función Pública, luego se retiró, formó su grupo de trabajo para ejercer la profesión. Cuando llegué a la Corte, él ya estaba trabajando con su Estudio Jurídico”, se defendió la ministra.
“Yo separo las cosas y no estoy metida en ningún tráfico de influencias. No estoy metida en ninguna rosca mafiosa, al contrario, trabajo para desmantelar las roscas y eso molesta”, agregó.
Dijo que las acusaciones son creadas por “medios marginales” que pertenecen a un esquema de desprestigio en su contra.
