La presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban), Liz Cramer, cuestionó con severidad el artículo introducido por el Ejecutivo en la nueva Ley de Pagos, al que calificó como un instrumento que faculta la fragmentación forzada de empresas del sector, particularmente de Bancard, a la que consideró blanco directo de una iniciativa que careció de respaldo técnico.
“Concretamente, porque dice ‘podrá’, podrá desmembrar a Bancard. Básicamente es por eso”, expresó la representante del gremio bancario, al detallar que la ley otorgó potestades amplias al Banco Central del Paraguay (BCP) para intervenir el mercado y forzar la reconfiguración de empresas procesadoras.
Recordó que el sistema de pagos no constituye un monopolio, ya que actualmente existen tres operadoras en el país. Según explicó, si no hubo más actores fue “porque el mercado no da para más, no porque alguien lo haya impedido”. Las tres operadoras activas son Bancard, EPSA (propiedad del Banco Continental) y una tercera vinculada al Banco Ueno.
La ejecutiva reveló que, pese a las dudas iniciales, las autoridades del Banco Central y del Ministerio de Economía y Finanzas confirmaron verbalmente los objetivos de la normativa. “Nos dijeron concretamente ‘queremos que Bancard baje su participación en el mercado’”, afirmó.
Cramer alertó que esta postura no se sustentó en ningún análisis técnico y fue formulada con el supuesto objetivo de promover mayor competencia, con la expectativa de pasar de tres a veinte operadoras. “Eso no tiene sustento técnico. Lo dijeron personas muy valiosas del mercado, no solo yo”, subrayó.
La titular de Asoban defendió el rol de Bancard y recordó que la empresa invirtió más de 60 millones de dólares en los últimos años, lo que equivale a más de 12 millones anuales en innovación y desarrollo, cifras que reflejan su compromiso y consolidación en el sistema financiero paraguayo. “¿Para todo eso que decís que querés hacer, es necesario destrozar Bancard?”, cuestionó.
En ese sentido, advirtió que una fragmentación impuesta podría destruir una estructura de eficiencia probada, solo para permitir el ingreso de competidores sin trayectoria ni inversión previa. “Lo que vas a hacer es destruirla para que los demás puedan entrar, entre ellos los más chicos y supuestamente alguno nuevo”, comentó.
Sobre el argumento de que la ley favorecerá la interoperabilidad entre bancos y procesadoras, aseguró que ese proceso ya ocurre en gran medida, y que el 15% restante puede ser resuelto mediante ajustes técnicos, sin necesidad de intervenciones extremas. “Mentira que no haya interoperabilidad. Ya existe, y se puede seguir mejorando sin romper nada”, afirmó.
Insistió en que la competencia es legítima y bienvenida, pero cuestionó los medios utilizados por las autoridades para reconfigurar el mercado de pagos digitales.