Según el experto, la situación de alto el fuego se mantiene en un estado inestable y sin confirmación sólida entre las partes. “La propia admisión del régimen iraní reconoció que esta ha sido una paz impuesta”, destacó Codas. El especialista señaló que Irán enfrenta una situación crítica, ya que sus aliados estratégicos en la región —como Hezbollah, Hamas y los hutíes en Yemen— no lograron ejecutar ataques efectivos, lo que revela un retroceso en su capacidad ofensiva.
Explicó que, tras el ataque contra sus instalaciones nucleares, Irán informó anticipadamente a Qatar sobre el lanzamiento de misiles, lo que permitió a Estados Unidos interceptar casi todos los proyectiles. “Uno solo llegó a la base de al-Udeid y no causó daño mayor”, confirmó.
Esta acción, que Codas calificó como estratégica pero limitada, reflejó el esfuerzo de Irán por evitar una escalada con consecuencias más graves. Para el analista, este episodio puso en evidencia que Teherán actuó más por necesidad simbólica que por fuerza militar efectiva.
Subrayó que China desempeñó un rol tácito pero decisivo, al evitar que Irán cumpliera su amenaza de bloquear el Estrecho de Ormuz, una vía clave para el flujo energético global. “China importa 11,5 millones de barriles de petróleo por día, de los cuales 5,4 millones provienen del Golfo Pérsico y 1,8 millones directamente desde Irán”, detalló Codas.
Añadió que un bloqueo del estrecho generaría una catástrofe logística para la economía china, por lo que Pekín ejerció presión para mantener la estabilidad. “No se refirió directamente a Irán, pero responsabilizó a Estados Unidos de echar combustible al fuego en el Consejo de Seguridad de la ONU”, afirmó.
Codas también analizó la postura israelí frente al supuesto alto el fuego promovido inicialmente por el expresidente Donald Trump, quien anunció un acuerdo que fue luego cuestionado por ambas partes. “Israel en ningún momento confirmó que el cese al fuego estaba en vigencia, y Benjamín Netanyahu ordenó a sus ministros no hacer comentarios”, sostuvo.
Según el analista, solo cuando Irán continuó lanzando misiles, Israel acusó a Teherán de violar el cese al fuego, lo que implicó la primera confirmación tácita de que sí había existido un acuerdo bilateral. Esta situación, dijo, dejó al proceso de paz en un estado frágil y reversible.
Afirmó que el acuerdo de cese al fuego, en las condiciones actuales, puede considerarse una “paz cartaginesa”, es decir, impuesta por la fuerza y desfavorable para uno de los bandos. “Irán no está en condiciones de responder ni militar ni geopolíticamente, y su única carta fuerte —el cierre del flujo energético— no pudo utilizarla”, explicó.
El analista concluyó que el conflicto mantiene un alto nivel de incertidumbre y que la situación podría reactivarse en cualquier momento dependiendo de las decisiones militares o diplomáticas de los principales actores.