El uniformado explicó que la decisión de intervenir de manera masiva surgió como respuesta a la creciente violencia armada, protagonizada por grupos criminales que incluían a adolescentes de entre 12 y 16 años en sus filas.
“Casi el 90% de esa comunidad es gente buena, trabajadora. Pero existe un 10% mimetizado dentro de la criminalidad, y eso se tornó cada vez más alarmante”, declaró López, quien afirmó que el detonante operativo fue la difusión de videos donde los propios protagonistas exhibieron enfrentamientos armados, y la alarma de vecinos, que también divulgaron grabaciones desde sus viviendas. “Ellos mismos subieron los videos donde se cobraban vidas entre menores, sin importar quién caía”, sostuvo.
El operativo arrancó tras la incautación de teléfonos celulares de los adolescentes detenidos en 2023. “La cantidad de información que encontramos en esos dispositivos nos obligó a actuar”, detalló el comisario. A partir de ese momento, el equipo policial se desplegó con discreción para levantar datos en un territorio con acceso restringido y altamente sensible.
López destacó las condiciones hostiles del entorno, donde cualquier presencia desconocida era rápidamente detectada. “Desde que uno pasa el Parque Caballero o ingresa a Pelopincho o San Felipe, ellos ya se dan cuenta si uno es policía, civil o de prensa”, señaló. Por ello, “trabajamos como hormigas, despacio y en silencio, hasta llegar a la intervención de ayer”.
Expresó su preocupación por el uso frecuente de menores de edad, incluso inimputables según la legislación vigente, en actividades delictivas graves. “Lo peligroso es que estos adolescentes manejaban armas con total experiencia y sin miedo a matar”, afirmó. López relató que estos grupos juveniles no solo perpetraban robos o enfrentamientos, sino que se organizaban como pandillas estructuradas, con jerarquías y misiones delictivas definidas.
El jefe policial aseguró también que algunos operativos anteriores de la Dirección de Policía de Asunción terminaron en enfrentamientos armados con estos mismos grupos.
La operación del miércoles incluyó el allanamiento simultáneo de nueve viviendas en el barrio Ricardo Brugada y la aprehensión de nueve personas con órdenes de captura por homicidio doloso, tentativa de homicidio, robo agravado, violencia intrafamiliar, tenencia ilegal de armas y delitos relacionados al narcotráfico.
El despliegue involucró a 300 efectivos policiales, además de 22 funcionarios del Ministerio Público, personal del Ministerio de la Niñez y Adolescencia, del Ministerio de Derechos Humanos, de la FOPE, LINCE, Antinarcóticos, Prevención y Seguridad, y la Agrupación Aérea Policial. López remarcó que “todo lo actuado fue puesto a disposición de las autoridades competentes”.