El procedimiento incluyó allanamientos simultáneos y 15 órdenes de detención, y apuntó, además, a integrantes activos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas por presunta colaboración directa con la organización criminal.
“Estamos amaneciendo en Canindeyú con una serie de allanamientos para combatir la estructura económica del grupo de alias Macho”, declaró López en plena ejecución del operativo. Señaló que el procedimiento, que se desplegó en distintas ciudades del departamento, tenía como blanco a entre 15 y 20 personas, incluyendo “brazos ejecutores, operadores directos y encargados del lavado de dinero”.
El comisario detalló que la estructura delictiva habría utilizado una amplia red de comercios, inmuebles y activos mobiliarios para canalizar recursos ilícitos generados por el narcotráfico y delitos conexos. “Particularmente comercios. Muebles, inmuebles y otros tipos de estructuras comerciales”, expresó López. Añadió que el levantamiento de evidencias continuaría durante la jornada y que la estimación total de los activos lavados se conocería recién al mediodía, una vez culminados los procedimientos.
Uno de los aspectos más relevantes del operativo fue la inclusión de miembros de las fuerzas de seguridad entre los sospechosos. “Podrían ser detenidos tanto policías como también efectivos de las Fuerzas Armadas”, confirmó López. Indicó que se identificó colaboración directa de uniformados con la organización de alias Macho, sin precisar aún la cantidad de agentes involucrados.
La investigación abrió una línea delicada que podría impactar dentro de las propias instituciones del orden, ante la posible vinculación de funcionarios públicos en actividades criminales de gran escala.
Consultado sobre la posibilidad de que entre los objetivos figuren familiares directos del narcotraficante, López fue reservado: “Hay muchas cosas por delante todavía”. Explicó que el operativo estaba en plena marcha y que los detalles se confirmarían una vez finalizada la intervención en los ocho puntos seleccionados.
Por razones de seguridad, el jefe policial prefirió no precisar las coordenadas de su ubicación, aunque reiteró que el procedimiento se centró exclusivamente en el departamento de Canindeyú.
El operativo Barret representó un cambio estratégico en la lucha contra el crimen organizado, apuntando directamente a la red financiera y logística que sostiene el accionar delictivo de uno de los narcotraficantes más buscados del país. “Se trata de personas clave en el lavado activo, que mantenían viva la estructura financiera del grupo”, explicó el comisario.
Aunque no se confirmó aún cuántos sospechosos fueron capturados durante la mañana, López aseguró que la Policía Nacional se encontraba en proceso de ejecución de todas las órdenes judiciales emitidas.