La comunidad de Pozo Hondo, en el Departamento de Boquerón, enfrenta momentos críticos debido a la fuerte crecida del río Pilcomayo, que amenaza con inundar la ciudad y las zonas aledañas. Harold Bergen, gobernador de Boquerón, compartió detalles de las acciones implementadas para contener la emergencia y asistir a la población afectada.
Bergen señaló que, hasta el momento, la situación está bajo control gracias al trabajo conjunto entre el gobierno central y las autoridades locales. “Ayer estuvieron presentes el ministro de SEN, el ministro de Defensa, la ministra de Salud, el presidente de Indi ya visitaron y contactaron con la población afectada y ya podían alinear y ayudar a toda la situación (SIC)”, explicó.
La entrega de víveres resultó crucial, ya que las vías de acceso a la ciudad están completamente cortadas y solo se puede llegar en bote, lancha o helicóptero, pues el aeropuerto también está bajo agua. En cuanto a las medidas de contención, Bergen informó que utilizaron maquinaria de la Gobernación para desviar el agua y evitar que ingresara a la ciudad.
“Es así que se rompió un muro y quiere pasar por el fondo, por atrás, entrar en la ciudad, y ahí podemos hacer un canal con la anfibia que estaba en la ciudad para desviar el agua y en esa forma salvamos problemas para que no se inunda la ciudad (SIC)”, detalló el gobernador.
La población de San Agustín, ubicada a 40 kilómetros de Pozo Hondo, también enfrenta problemas debido a la crecida del río. Aproximadamente 400 familias están afectadas, aunque no ha sido necesario evacuar a los residentes.
“No se falta evacuar porque ya podríamos solamente salvar que no se inundan sus casas, porque son casas muy precarias” (SIC), explicó Bergen, quien añadió que si el agua hubiera ingresado, la evacuación habría sido complicada debido a las restricciones en el acceso.