“Cualquier discusión judicial, cualquier discusión que se tramite ante el Poder Judicial es un debate ordenado, no es un debate donde quienes intervengan pueden presentar lo que se les antoje cuando quieren”, afirmó González.
El abogado destacó que, en el sistema jurídico paraguayo, la Corte Suprema de Justicia tiene la última palabra en materia constitucional. “Nos guste o no nos guste, lo que diga la Corte se tiene que acatar y se tiene que cumplir porque por eso tiene el atributo de ser suprema”, sostuvo. En ese sentido, señaló que el Senado, en principio, no tiene participación en la solicitud de control de constitucionalidad. Sin embargo, en este caso particular, la Corte le otorgó intervención. “Cuando se hace el planteo, la Corte le da esa intervención”, explicó.
González detalló que la Corte tomó dos decisiones hace quince meses respecto al caso. La primera fue ampliar la sala constitucional para que el análisis lo realizara el pleno de la Corte, y la segunda fue permitir la participación del Senado, algo que el abogado calificó como una medida cuestionable pero que fue aceptada. “No pareció prudente y no pareció que la Corte tome ciertas medidas en la inteligencia de que quería robustecer su decisión”, comentó.
Otro aspecto fundamental en la discusión fue la legitimación, es decir, quién puede intervenir en el debate judicial y bajo qué condiciones. Según González, el Senado ya había participado en el proceso mediante el abogado Sergio Godoy. “El doctor Sergio Godoy ya intervino ante un traslado, ante un pedido de intervención que hace la sala constitucional”, explicó.
El abogado también abordó el tema de la recusación, herramienta legal utilizada para apartar a un juez cuando se considera que su imparcialidad está comprometida. “La recusación es una herramienta que tenemos para hacer valer la garantía del juez imparcial”, señaló. Sin embargo, aclaró que, según la ley, esta debe realizarse en la primera presentación del caso. “Esa primera presentación ya se hizo en su momento a través del doctor Sergio Godoy”, sostuvo.
Finalmente, González explicó que, cuando la Corte Suprema se integró con nuevos camaristas para ocupar los puestos dejados por dos ministros, se notificó nuevamente al Senado. En ese momento, según él, el Senado aún tenía la oportunidad de presentar una recusación contra los camaristas que integraron la sala. “Vamos a validar, en términos de oportunidad, lo que dice la ley, el Senado podría haberle recusado a los camaristas que integraron la sala”, concluyó.