El episodio provocó alarma entre especialistas en ciberseguridad, quienes advierten sobre el riesgo de campañas masivas de extorsión digital. El experto en ciberseguridad Luis Benítez calificó el incidente como parte de una tendencia creciente y preocupante. “Esta es la tercera vez que sucede esto, este tipo de eventos en este tamaño”, afirmó. Benítez explicó que estas filtraciones suelen ser el punto de partida para campañas de amenazas y estafas digitales que pueden escalar en cuestión de horas. “Recibís un correo donde te dicen que tienen fotos tuyas privadas como demostración. Te muestran tu contraseña antigua y te piden dinero a cambio de no divulgar la información”, advirtió.
Según Benítez, los actores maliciosos no necesitan tener acceso real a datos sensibles. Basta con utilizar una contraseña legítima previamente filtrada para generar miedo en la víctima y facilitar la estafa. “Buscan engañarte para obtener un crédito económico, ese es el objetivo esencial”, sostuvo. También indicó que, dependiendo del caso, los atacantes podrían intentar acceder a otros sistemas vinculados con la víctima.
“El mensaje que se recibe juega con tu cabeza. Ya no es ciencia ficción, ya no es una película. Esto se ve todos los días en las noticias”, sentenció.
El experto remarcó que este tipo de campañas se apoyan en técnicas de manipulación psicológica, y que muchas veces los atacantes elaboran perfiles conductuales de sus objetivos. “La tecnología permite armar hasta un perfil psicológico de tu comportamiento. Con eso tratan de manipularte, ya sea para dinero o acceso a más información”, explicó.
Benítez alertó sobre un fenómeno creciente en el entorno criminal digital: la explotación de la intimidad personal a través de ingeniería social. “En la cultura hacker, atacar el comportamiento humano es clave para obtener ventaja. Una base de datos con direcciones, nombres y contraseñas aparentemente inocentes puede usarse para construir ataques más sofisticados”, detalló.
El especialista criticó a las autoridades nacionales por minimizar el impacto de filtraciones anteriores, lo que genera una falsa sensación de seguridad en la ciudadanía. “Se está subestimando el daño de estas filtraciones, diciendo que son solo nombres o direcciones. Pero en manos equivocadas, esos datos son el punto de partida para vulneraciones graves”, advirtió.
También subrayó que es fundamental educar a la población en autodefensa digital. “Esto es algo que tenemos que empezar a aprender y vivir día a día. Porque día a día estas cosas suceden”, insistió.
Benítez reveló que la base de datos filtrada fue generada a partir de múltiples instancias de malware que operaron en millones de dispositivos alrededor del mundo. “Recolectaron credenciales sueltas de cada equipo infectado, como una labor de hormiga, y ahora las organizaron en bases de datos gigantescas”, explicó.
Lo más preocupante, afirmó, fue la participación de herramientas de inteligencia artificial tanto en la creación de los malware como en la automatización de los ataques. “La IA ya está siendo utilizada para diseñar y distribuir amenazas informáticas con mayor eficiencia, lo que representa un cambio sustancial en la dinámica del cibercrimen”, concluyó.