Da Rosa subrayó que el próximo presidente de Cerro debe dedicarse “24 horas al día trabajando para Cerro”. No se trata solamente de tener un respaldo económico, sino de tener experiencia y un conocimiento profundo de la realidad del plantel. El líder debe “saber el nombre de la mamá del jugador, el nombre de la hija del jugador” y estar al tanto de los problemas personales, como cuando el jugador “no está cobrando y no llega la vianda a su casa”.
En cuanto al proyecto de Reguera, indicó que fue convencido porque la propuesta incluye dedicar el “tiempo necesario” y es consciente del compromiso que requiere el club. Además, se destacó que Reguera es la única persona que en su momento renunció a la comisión directiva actual por no estar de acuerdo con ciertos manejos.
Meta deportiva: campeonatos anuales
El proyecto de club exige que Cerro Porteño “salga campeón por lo menos un campeonato al año, mínimo”. Para Da Rosa el deseo, a pesar de las diferencias, es que la directiva actual “se vaya con un título”.
Concluyó con un comentario apasionado sobre la necesidad de éxito: la ambición no pasa solamente por el Clausura, sino por convertir a Cerro en “potencia local”. Agregó, de forma polémica, que el cerrista que no quiera ser campeón es un “‘olimpuerco’”.
La asamblea de Cerro Porteño está prevista para fines de enero del 2026.