La Asociación de Mipymes expresó su descontento con la reglamentación de la Ley de Suministro y Contrataciones Públicas, que entró en vigencia recientemente, y que según ellos no tuvo en cuenta las propuestas que habían presentado para facilitar su participación en las licitaciones del Estado.
Guillermina Coronel, miembro de la Asociación, dijo que habían participado del proyecto de ley y habían ajustado algunos puntos y artículos, pero que a la hora de firmar la reglamentación no se aplicaron las modificaciones. “Otra vez las micro y pequeñas empresas son ninguneadas de las compras públicas”, lamentó.
Coronel explicó que su sector quería que este quinquenio hubiera sido diferente, con más flujo de caja para las micro y pequeñas empresas, porque les iba a dar la oportunidad de participar de una licitación y cobrar a 30 o 60 días, que es lo que necesitan. Sin embargo, dijo que el gobierno seguirá pagando a 180 días, un año o dos años, lo que “mata a las empresas”.
Asimismo, criticó que se exijan demasiados requisitos para una microempresa, como por ejemplo un balance de tres años mínimos para participar de una licitación. Añadió que esto deja afuera a las empresas que recién empezaron y que ya están formalizadas y registradas ante los organismos competentes.
Por otro lado, denunció que hay muchas empresas de maletín que se presentan en las licitaciones y que no tienen personal ni producción propia. “Es un comerciante. Entonces el que produce realmente es el que gana mucho menos, porque si se comercializa, obviamente se tiene que quedar con la mejor parte de la torta”, señaló.
Coronel recordó que el último informe del ministerio de Industria dice que solo el 8.5% son proveedores del Estado las mipymes, y que son el 94% de la producción de la economía. “Sin embargo, en esa ley nosotros habíamos puesto que el 20% del presupuesto sea direccionado para las mipymes. Ese era uno de los puntos, pero al final hicieron otra vez ellos los que querían”, expresó.
Finalmente, dijo que la reglamentación es un retroceso y que parece que quisieran que las microindustrias desaparezcan. “Damos el 60% de mano de obra, deberían de habernos ayudado un poquito más. No le estamos pidiendo plata, le estamos pidiendo trabajo digno para poder darle de comer a nuestra gente”, sentenció.