Jalil Rachid fue designado por el presidente Santiago Peña como el futuro ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). El exfiscal dijo que recién podrá dar un diagnóstico de la situación de la Senad cuando asuma el cargo. Sin embargo, destacó que “hay cuestiones básicas y elementales: apoyo con otros países es indiscutible e importante”. Asimismo, reconoció que “muchos de estos resultados se llevaron a cabo con colaboración extranjera”.
Rachid también se refirió al caso del ex ministro Arnaldo Giuzzio, quien está siendo investigado por supuestos hechos de corrupción. “El exministro está en una etapa judicial y hay que ver qué hace el Ministerio Público”, afirmó.
Sobre las megacargas de cocaína incautadas en el exterior, Rachid admitió que “muestran una falla notoria e innegable” en el control del narcotráfico. Añadió que su experiencia como fiscal le permitirá tener una visión integral del problema. “Yo estuve 20 años en el Ministerio Público. Desde el principio estuve en la Fiscalía Antidrogas. Fui a Curuguaty y Caazapá. Estuve un año en el Ministerio de Seguridad”, recordó.
Rachid se mostró dispuesto a trabajar con todos los sectores involucrados en la lucha contra las drogas. “No tenemos que limitarnos solo a la represión sino qué hacemos con esas personas”, dijo en referencia a los consumidores y los pequeños productores de marihuana.
Rachid es conocido por haber llevado adelante el proceso por la masacre de Curuguaty, donde fallecieron 11 campesinos y seis policías, y que derivó en la destitución del ex presidente de la República Fernando Lugo.
Respecto al caso Curuguaty y al fiscal Emiliano Rolón, quien lo denunció por supuestas irregularidades, Rachid aseguró que no personalizará las cuestiones y que priorizará la institucionalidad.