Karina Pereira denunció que su esposo la agredió causándole una rotura de meniscos y ligamentos cruzados. El hecho lo reportó el 10 de agosto a la Policía Nacional, pero manifestó que el Ministerio Público hasta la fecha no la convocó a declarar por el caso.
“Yo hoy tengo voz, yo pido auxilio. Si yo acudo a la Fiscalía, es un llamado desesperado. ¿A quién le tengo?, a la prensa, para que se sepa que no hay acción, hay una acción deficiente fiscal”.
“Sé que la Policía remitió la denuncia a la Fiscalía, la unidad en contra de la violencia contra la mujer. Yo fui a declarar allá, llevé los pendrives con el circuito cerrado, llevé mis fotos, llevé mi diagnóstico, llevé el diagnóstico de emergencias médicas, llevé un examen preliminar del psiquiatra forense que me atendió ahí. Y no pasa nada”.
Manifestó que se trata de la tercera vez que denuncia violencia de parte de su esposo. Solo un juez de paz dispuso medidas para protegerla, la exclusión y la orden de alejamiento.
“La tercera vez ocurre un forcejeo porque él se da cuenta que le estoy grabando, me tira contra puerta, me aprieta el cuello. Ahí yo me muevo y se cae el celular y él agarra. Me dice ‘este celular voy a quemar’. Y yo le saco y hay otro forcejeo. Corremos hacia el comedor. Es ahí donde él me empuja, yo caigo, vuela mi celular, el toma mi celular y arroja a la piscina”.
“Me mira y yo empiezo a gritar ‘mi rodila, mi rodilla’. Él viene, me mira, se da la vuelta, toma la camioneta y sale. Yo tengo rotura de meniscos y de ligamentos cruzados. Yo me tengo que hacer una cirugía”.
Relató que el hombre la amedrentaba para no denunciar la situación, diciéndole que nadie la creería y que tenía influencia sobre jueces y fiscales.
“Si yo no me animaba a hablar, es por el temor que yo tenía, porque siempre me decía mi esposo ‘nadie te va a creer, yo tengo amigos jueces, amigos fiscales y tengo el bolsillo para pagar todo’”.
“Yo tengo una cirugía, después una fisioterapia. Es un largo camino, pero yo puedo decir ‘estoy acá’. Eso quiero clamar, que gracias a Dios a mí no me están llevando flores”.