La funcionaria subrayó que los listados fueron confeccionados tras un proceso de notificación previo, y que no buscan perseguir ni exponer, sino promover una cultura de cumplimiento fiscal.
“Esto venimos haciendo desde hace bastante tiempo, desde el año pasado, incluso antes, siempre publicamos los datos de personas físicas y jurídicas en relación a las deudas”, indicó Román. Precisó que no siempre se difunden en todos los medios, por cuestiones de presupuesto y logística, pero valoró el impacto que tuvo esta vez gracias al interés mediático.
La directora afirmó que la publicación busca acercar al contribuyente a dialogar con el municipio sobre su situación y destacó que existen múltiples herramientas para la regularización tributaria, como exoneraciones de recargos, fraccionamientos sin interés y asesoramiento directo a través del call center municipal.
“Lo que tenemos que entender es que hay que acogerse a la norma vigente, el impuesto es una obligación sobre el bien que se posee”, señaló. Agregó que pagar es también un acto cultural, y recordó que existe un segmento muy importante de contribuyentes que sí están al día y que cargan con el peso fiscal que otros evaden.
Román reconoció que las respuestas que recibe el equipo de cobro son diversas, y que algunos contribuyentes agradecen la gestión y se acercan a regularizar, mientras otros reaccionan con violencia o desprecio.
“Hay gente que cuando el compañero entrega la notificación, la rompe en cuatro pedazos y se la tira”, relató. También mencionó que algunos insultan al funcionario, sin comprender que el proceso no es personal ni exclusivo de esta administración, sino parte de una política tributaria constante.
La funcionaria lamentó que el personal de campo, que realiza el trabajo de notificación puerta a puerta, esté expuesto a agresiones. “Yo misma fui escupida en la cara en años anteriores. Uno debe contenerse, pero también se pregunta qué sufrimiento o preocupación lleva esa persona adulta. Aunque eso no justifica el maltrato”, sostuvo.
Román enfatizó que la gestión tributaria no es tarea fácil y que requiere colaboración ciudadana para mejorar los servicios y obras municipales. “No es fácil cobrar, pero hay que hacerlo con responsabilidad y respeto, y también con la posibilidad de abrir puertas a quienes quieran regularizar”, concluyó.