Prieto calificó el proceso como una maniobra política impulsada por el presidente de la República y el sector de Honor Colorado, y negó que existan faltas graves en su administración.
“Era de esperarse esto. Yo creo que el interventor está decepcionado, y seguramente quienes lo enviaron también. Ellos querían encontrar un municipio parecido a lo que pasa en Asunción, pero grande fue la sorpresa”, afirmó Prieto.
El jefe comunal sostuvo que el interventor no se centró en los motivos originales que llevaron a la intervención, y que hasta hoy no mencionó los puntos señalados por el contralor Camilo Benítez, quien solicitó la medida.
El intendente desmintió la cifra de funcionarios municipales presentada por el interventor. “Habló de que tenemos más de 2.500 funcionarios. En eso mintió por lo menos 250 o 300. Son 2.191 funcionarios en la Municipalidad de Ciudad del Este”, aseguró.
Explicó que responderá cada punto que el interventor publique, pero advirtió que cada parte tendrá su versión. “Obviamente él va a tener su verdad, yo voy a tener mi versión de las cosas”, expresó.
Sobre los pagos realizados para la construcción de plazas, aclaró que los montos mencionados por el interventor no corresponden a una sola obra, sino a anticipos contractuales establecidos en los pliegos de licitación.
“Habló de que se pagó 4.000 millones, pero dio a entender que fue para una plaza. No, fueron anticipos que se les da a las empresas, está dentro del contrato, es el 20% para que empiecen las obras”, explicó.
El intendente defendió el procedimiento como una práctica habitual en contrataciones públicas, y rechazó que se trate de un uso indebido de fondos.
El jefe comunal insistió en que la intervención responde a intereses políticos, y que el objetivo es desplazarlo de la administración municipal. “Tienen que encontrar algo y comunicar como si fueran pecados gigantescos”, dijo.
Prieto afirmó que su administración no es perfecta, pero que los errores administrativos no justifican una intervención de esta magnitud. “Claro que van a encontrarnos errores, pero no hay nada que amerite esta persecución política”, concluyó.