Lezcano aclaró que los supermercados no fijan precios de origen, sino que trasladan los ajustes que reciben de sus proveedores.
“Nosotros somos tomadores de precios. No llegamos a un costo determinado. Si nos pasan una lista de precios a la baja, el precio baja automáticamente por el margen que aplicamos”, afirmó. El dirigente explicó que los márgenes están estipulados por categoría, y que no se modifican cuando el precio base cambia.
Confirmó que desde junio hasta la fecha, los precios no variaron significativamente, ni al alza ni a la baja. “En algunas categorías sí hubo variación, en otras no. En general, los precios estuvieron muy estables”, indicó.
Atribuyó esta estabilidad a que el tipo de cambio bajó, pero los proveedores no ajustaron sus listas. “No tuvimos ninguna remarcación de precios en estos últimos meses”, sostuvo.
Consultado sobre el comportamiento del precio de la carne, explicó que es el producto más perceptible para el consumidor. “La carne tiene picos. Sube mil, baja mil, baja dos mil, sube mil otra vez. Es muy variable”, afirmó.
Señaló que factores como la lluvia o la falta de animales faenados pueden generar escasez temporal, lo que provoca subas puntuales. “El domingo llovió, el lunes se abrió el mercado y no llegaron suficientes animales. Eso generó una suba de precios”, explicó.
Sin embargo, aclaró que los precios se normalizan cuando la oferta se estabiliza, aunque no retroceden en la misma proporción que suben.
Descartó que exista monopolio en la importación de productos, y aseguró que hay suficientes jugadores en el mercado. “Hay una sana competencia. Cada proveedor ajusta según su necesidad y estrategia comercial”, afirmó.
El presidente de Capasu explicó que muchos productos importados tienen variaciones de precio imperceptibles para el consumidor, como en el caso de galletitas dulces o alimentos no esenciales.
“Si una galletita baja de precio, no te vas a recordar porque no es algo que consumís todos los días”, sostuvo.