El ministro de Educación y Ciencias, Luis Ramírez, defendió ayer ante el Congreso la compra de sillones para los parlamentarios, que ha generado una fuerte controversia por su elevado costo. El ministro afirmó que hay que optimizar el gasto público, pero también “generar las condiciones de trabajo” para los funcionarios del Estado.
“Cuando vamos a comprar sillas, cuando vamos a comprar mesas, cuando vamos a comprar escritorios, cuando vamos a comprar algo en el lugar en el que estamos a veces 14, 15 horas al día, tiene que tener una mediana condición”, dijo este jueves a Radio Monumental.
Señaló que no todas las compras son inadecuadas o malas, y que no se puede “satanizar una necesidad que además se tiene que renovar”. “No es porque compraste silla para estar en tu trabajo es un despilfarro”, sostuvo.
Ramírez también se refirió a la diferencia en la administración de la cosa pública, y dijo que no le indigna, sino que prefiere trabajar para solucionar los problemas de fondo. “Es el reflejo de la sociedad que tenemos que, por decir así, poner en los lugares, como en los shoppings, más recursos de nivel que a lo mejor en las escuelas. Porque es el reflejo de lo que una sociedad valora, es el reflejo de lo que una sociedad tiene”, expresó.
El ministro explicó que su cartera busca mejorar las condiciones en las que trabaja el personal educativo, que muchas veces carece de los recursos mínimos básicos.
Admitió que se puede incurrir en errores, pero que su intención es hacer lo mejor para la educación. “Yo estoy contando mi posición, mi intención, mi gana, mi esfuerzo por hacer lo mejor para la educación. Y si me equivoco, bueno, me equivoco”, concluyó.