José Luis Calderón, reportero de noticias y periodista de TC Televisión, fue uno de los rehenes que tomó un grupo de encapuchados armados con fusiles y granadas que irrumpió violentamente en el canal público el pasado martes, mientras se transmitía el noticiero. El hecho, que quedó registrado en la señal que se ancló al aire, ha causado conmoción e indignación en el país y en el mundo.
Calderón, quien lleva 23 años ejerciendo la profesión de periodista, contó cómo vivió esos momentos de terror y angustia, en los que temió por su vida y la de sus compañeros. “Fue un hecho trágico que no tuvo precedente alguno, no existe precedente alguno sobre lo que sucedió, una irrupción violenta en un medio de comunicación y que los periodistas nos convirtamos en noticia, cuando somos espectadores de los hechos que ocurren frente a nuestra cotidianidad y es nuestra tarea contarlas”, dijo.
“Estas personas sabían a lo que iban, quizás existió una planificación para incursionar en el canal, dirigirse a determinado punto y empezar a caotizar el lugar, a generar destrozos, a provocar actos vandálicos, pero lo más crítico fue afectar la integridad psíquica y física de los colaboradores de los empleados del canal”, afirmó.
El periodista relató que él se encontraba en el área de estudio, una habitación hermética donde se estaba transmitiendo el noticiero, junto con un grupo de empleados, cuando fueron tomados como rehenes por los atacantes. Él se convirtió en el interlocutor de los agresores, que buscaban trasladar un mensaje, pero que nunca lo cifraron, en medio del caos y la violencia.
“Yo soy reportero de noticias, periodista de TC Televisión hace más de 20 años, hace 23 años ejerzo la profesión de periodista y me tomaron a cargo, por decirlo así, como un interlocutor, porque eso es lo que buscaban para trasladar un mensaje, pero un mensaje que nunca lo cifraron, en medio del caos y la violencia, que es el único mensaje que conocimos en ese momento, la violencia, la confusión”, expresó.
“Obviamente en el momento en que me pusieron una carabina en el cuello y un explosivo en el bolsillo de la chaqueta, puedes sentir que la vida va a concluir en ese instante, pero asumí una postura de calma, de confianza, de que tal situación contradictoria iba a pasar, mis compañeros del canal completamente desechos anímicamente y lo único que podía hacer era aguantar, esperar, mis manos al descubierto, en posición también de oración, de rezo, en cierta forma comunicándoles que yo no era una amenaza y que estaba dispuesto a escucharlos, a recibir ese mensaje que pretendían trasladar con la señal en vivo anclada y es lo que te puedo decir, simplemente que estaba calmado y confiado de que todo iba a pasar”, contó.
Calderón dijo que se siente bien, tranquilo, equilibrado ahora en un momento de receso, porque precisamente el martes del día de los hechos violentos coincidió que ya anteriormente había solicitado unos días de receso, descanso o vacaciones. Añadió que le servirá también de un periodo de reflexión ante lo sucedido.
“Está pasando en Ecuador que realmente estamos sumidos en hechos caóticos y violentos de lo que esperamos realmente superar”, declaró. Calderón agradeció el apoyo y la solidaridad que ha recibido de parte de mucha gente.
