El viceministro de Tributación, Óscar Orué, desmintió el rumor de que había un compromiso del cartismo para que sea el director de Ingresos Tributarios, y afirmó que su nombramiento se debe a su trabajo serio y responsable. Además, negó que su padre, que es despachante aduanero, haya tenido alguna injerencia política o haya trabajado para algún movimiento en particular.
Calificó de “disparate” la versión de que durante la campaña electoral hubo un acuerdo con su padre, que es jubilado y hace 20 años se dedica a la actividad aduanera. “La gente que me conoce sabe de mi trabajo y ayer el presidente de la república lo decía que los números son lo que me dan la posibilidad de que hoy sea director nacional. No hay otro motivo”, expresó.
Asimismo, indicó que los cargos de Aduana y Tributación son muy difíciles y que seguramente habrá personas que querrán manchar su nombre o el de su padre. “Estoy preparado para enfrentar cualquier cuestionamiento hacia mi perfil o hacia mi padre”, manifestó.
Orué adelantó que le pedirá a su padre que deje la profesión de despachante mientras él sea director nacional, para evitar cualquier problema o conflicto de intereses. “Yo no quiero que él sea expuesto a que de alguna manera puedan utilizar su nombre, su persona para poder tratar de tener algún privilegio, algún beneficio bajo ninguna circunstancia”, sostuvo.
Aseguró que siempre mantuvo en raya a su padre y le dijo que no se meta en nada. “En mi caso, hoy como viceministro, muchas veces le pedían favores a él y yo siempre le decía que hagan por los conductos correspondientes. Si quiere venir a hablar conmigo que pida audiencia y que sea uno más, que nadie tenga ningún privilegio porque habló con mi papá o con un familiar”, sentenció.