Salma Agüero, nueva ministra de la Juventud, se refirió este viernes a las capturas de pantalla de supuestos tweets suyos del 2014 con contenido racista. Afirmó que no recuerda haberlos hecho y expresó que se está buscando algo con la que puedan señalarla.
Aseguró que las publicaciones no condicen con quien es ella y con lo que quiere hacer por la juventud. Agüero asumió este viernes al frente de la Secretaría Nacional de la Juventud.
“Yo no recuerdo que haya twitteado eso. Sinceramente a los 14 años ya no recuerdo lo que he hecho a esa edad. Sí puedo hablar por el presente, por lo que quiero hacer y los proyectos que tengo”, dijo.
Expresó que el racismo es algo inaceptable y que no cabe en la mente de una persona seria y cualificada.
“Es algo inaceptable el racismo, más todavía que tenemos mucha llegada de la comunidad judía. Realmente, como dije, eso no condice con mis pensamientos, con quién yo soy. Tengo que hablar con la verdad y decir que no recuerdo haber yo twitteado eso. Si recuerdo, voy a decir que sí”.
“Es de mal gusto. La comunidad judía como la comunidad de otras razas sufrieron mucho en la historia y evidentemente lo que queremos es reivindicar esas luchas, no volver a repetir el pasado de discriminación, de genocidios, porque muchas personas murieron a causa del racismo”.
“Siempre estuve apoyando movilizaciones estudiantiles”Salma Agüero afirmó que siempre apoyó las movilizaciones estudiantiles. Se refirió a la vez que pidió que el Ministerio de Educación y Ciencias sancione a estudiantes por tomar colegios en forma de protesta, según publicó Última Hora en 2017, citando una entrevista que Agüero dio a la 970 AM.
“En principio, la causa era algo que buscaba reivindicar los derechos de los estudiantes, causas justas, causas nobles. Luego de esas manifestaciones exigimos al gobierno que firme un acuerdo para establecer una mesa de trabajo estudiantil que tenga una incidencia en las políticas públicas juveniles y estudiantiles. Entonces, logramos ese acuerdo, histórico acuerdo”.
“Luego de eso, hubo una época donde se empezaron a tomar nuevamente los colegios y yo, como estaba de cerca con organizaciones estudiantiles, empecé a ver que ya no eran situaciones que correspondían a pedidos de estudiantes de mi edad. Yo veía que en las reuniones iban políticos de varios partidos, yo vi con mis propios ojos. Iban políticos muy importantes a marcarles la agenda a los jóvenes en esas organizaciones”.
“Nos decían a los jóvenes qué es lo que teníamos que decir a la prensa, cuál sería el discurso, qué es lo que se tenía que pedir al gobierno. Yo cuando veo eso, siento que esa luchar ya no era algo representativa de los jóvenes, sino que más bien iba a ser una estrategia política de ciertos políticos, de ciertos movimientos, donde a mí ya no me pareció que sea algo honesto con mis compañeros poder acompañar esas iniciativas”.
