Leonardo Benítez, quien denunció una serie de irregularidades en el proceso y exigió justicia contra todos los responsables. Relató que su hija salió rumbo al colegio el pasado lunes por la mañana, pero nunca regresó. “Mi hija se fue para el colegio, salió a las diez y media por ahí. Parece que iba a hacer su trabajo junto con su compañera, y se fue. Iba a entrar en el turno tarde y desde ese día ya no supe más de ella nada”, expresó.
Al notar que el celular de su hija estaba apagado, creyó que se trataba de un secuestro. “Dije que fue un secuestro porque se apagó todo su celular”, afirmó.
A medida que avanzó la investigación, Benítez comenzó a sospechar del novio de su hija, un joven de 17 años, y su entorno familiar. “Solo yo presioné por la investigación. Denuncié la desaparición de mi hija el miércoles pasado y después tuve una pista de que este monstruo tenía una novia hacia la localidad de Carayao”, sostuvo.
Según el padre de la víctima, los familiares del sospechoso mostraron comportamientos sospechosos y cambiaban sus declaraciones sobre el paradero del joven.
Benítez reveló que recién se enteró de que su hija estaba embarazada por una amiga íntima de la adolescente. “Hablé con una amiga íntima de ella y ahí me enteré”, mencionó. Según su testimonio, la práctica del aborto habría ocurrido en la casa del novio, con la complicidad de su familia.
“Toda la familia del muchacho es cómplice porque en su casa se encontraron todos los elementos, como combustibles, sábanas”, denunció.
El padre de la víctima acusó a los agentes de Investigaciones de haber realizado un trabajo negligente y de haber recibido dinero por parte de la familia del detenido. “La gente de Investigaciones hizo mal su trabajo, se tragaron 300 millones de guaraníes que pagó la familia del detenido”, aseguró.
Benítez lamentó que, a pesar de aportar pruebas contundentes, las autoridades no actuaron con celeridad. “Yo les entregué todas las pistas a ellos. El allanamiento no es difícil de hacer, mientras yo sufría la gente de la Fiscalía no hizo los allanamientos en la casa del responsable”, denunció.
Además, criticó la actuación de la fiscal del caso, alegando falta de comunicación con él y omisión de pruebas claves. “La fiscal nunca me llamó. Cuando le llevé toda la información que recopilé pude hablar con ella solo esa vez, pero se asustó cuando vio las fotos de su comadre y su compadre”, relató.
Benítez pidió que se imputara al novio de su hija y a sus padres, a quienes considera cómplices del crimen. “Quiero que imputen a los padres de este muchacho porque son todos responsables”, exigió.
Según los datos recabados, el padre del sospechoso, quien trabaja como guardiacárcel, podría haber facilitado el traslado del cuerpo en una furgoneta antes de incinerarlo en el terreno baldío. “El padre del menor es guardiacárcel y tiene una furgoneta y probablemente ahí la mataron y luego la quemaron”, sostuvo.
El cuerpo de María Fernanda se encuentra en Asunción para la realización de la autopsia, aunque a su padre le informaron que su presencia en la capital no era necesaria para el procedimiento. “Me dijeron que no era necesario que vaya hasta la capital para participar de la autopsia del cuerpo de mi hija”, manifestó.