Jesús Argaña, hijo del exvicepresidente Luis María Argaña, expresó que la liberación de Luis Alberto Rojas, condenado por el magnicidio ocurrido el 23 de marzo de 1999, representa el cumplimiento de una condena dentro del marco legal. “Misión cumplida. Yo creo que siempre dentro del Estado de derecho están establecidas las penas máximas. Este señor compurgó”, afirmó.
Argaña reconoció que su familia deseó tomar otras acciones, pero optó por mantenerse dentro de la legalidad. “Rojas fue el que le disparó al papá, él fue el que, por la ventanilla derecha, le disparó con la escopeta. Realmente fue el asesino material de Argaña, eso no hay ninguna duda”, aseguró.
Mencionó que las declaraciones de testigos y víctimas confirmaron la autoría de Rojas. Sin embargo, Argaña insistió en que el crimen fue ordenado por Lino César Oviedo, a quien acusó de haber actuado por desesperación política.
“Era evidente que Lino César Oviedo quería llegar a la presidencia de la República, se desesperó y eso lo llevó a matar a Luis María Argaña por una cuestión de supervivencia”, afirmó. Recordó que estuvieron cerca de sentenciar al autor intelectual, pero denunció que decisiones políticas impidieron avanzar y acusó directamente al expresidente Nicanor Duarte Frutos de haber intervenido para evitar el juicio.
“Cuando ya estábamos a punto de sentenciarle al que realmente es el responsable del asesinato de Argaña, que sabemos quién es, un personaje con ínfulas de Julio César, por cuestiones políticas se ordena que se lo libere. Este fantoche de Nicanor ordena que se lo libere, lo ordena a esta señora de Puchetta, captándose de eso. Realmente, ahí fue donde nos lastimó, nos hirió”, expresó.
Sobre Luis Rojas, Argaña dijo que nunca quiso hablar con él. “Nunca conversé con Luis Rojas y no me hubiese gustado conversar. Importante sería que él cuente la realidad”, señaló. Aunque reconoció que Rojas fue quien disparó, lo consideró un eslabón menor.
Argaña también compartió su vivencia personal del día del asesinato. “Yo tenía 32 años cuando lo mataron. Él era para nosotros un súper héroe. Me enteré de la noticia en mi oficina. Pasó 26 años y sigue golpeando”, recordó. Finalmente, expresó su sentir sobre la muerte de Lino Oviedo. “Me alegré cuando murió Lino Oviedo. No le perdoné”, admitió.