El Instituto de Previsión Social (IPS) reconoció un aumento sostenido de casos respiratorios en sus servicios, especialmente en el Hospital Central y el Instituto Ingavi, aunque negó una saturación estructural del sistema de urgencias.
“Hay un aumento importante, pero no podemos hablar de saturación, sí de priorización en la atención”, aclaró León. El responsable sanitario indicó que los casos leves, clasificados como verdes y azules, enfrentaron demoras, ya que los equipos priorizaron a pacientes con síntomas moderados y graves.
León confirmó que el IPS reactivó un plan de contingencia que incluyó el refuerzo de consultorios nocturnos y la derivación de pacientes no complejos a servicios privados. “Tenemos una capacidad de más de 65 camas para descomprimir esa necesidad”, detalló.
Además, la previsional buscó agilizar la circulación de pacientes internados en los principales centros de referencia, lo que permitió liberar espacio en los sectores de mayor presión asistencial. “Trabajamos en mecanismos para movilizar a nuestros pacientes internados, tanto en urgencias como en pisos”, explicó.
Un fenómeno particular detectado por IPS fue el incremento de consultas leves motivadas por el pedido de reposo médico, que, según normativas vigentes, solo es válido si lo emite el propio IPS. “El paciente pudo haber consultado inclusive en un servicio privado, pero acude al IPS por el reposo, porque las empresas lo exigen”, señaló León.
Esa situación generó un flujo adicional de pacientes con afecciones menores que buscaron atención directa en urgencias, lo que obligó al equipo de salud a generar mecanismos diferenciados para su gestión.
El gerente enfatizó que uno de los principales desafíos fue el fortalecimiento de las clínicas periféricas, con el objetivo de que los asegurados recibieran atención oportuna en sus distritos. “Nosotros tenemos que tener la capacidad de contar con los medicamentos necesarios en la periférica, para no saturar nuestras urgencias”, remarcó.
IPS también ajustó los protocolos epidemiológicos para separar a pacientes respiratorios de los no respiratorios en salas de espera y consultorios. “Están bajadas las indicaciones para separar pacientes y habilitar áreas con medios de protección, como tacos y lavamanos”, señaló.
León destacó que en su tercera semana de gestión, una de las prioridades fue garantizar el flujo óptimo de atención ambulatoria, especialmente porque el 70% de la demanda correspondió a cuadros respiratorios de baja complejidad.