La directora general de Control Gubernamental, Gladys Fernández, expuso los hallazgos del informe de la Contraloría General de la República sobre la implementación del proyecto Hambre Cero. Según Fernández, el análisis evidenció múltiples deficiencias en infraestructura, planificación y provisión de insumos, afectando la calidad del servicio en diversas instituciones educativas del país.
Fernández detalló que la falta de infraestructura adecuada se repitió en casi todos los departamentos, incluyendo la capital. “El de infraestructura inadecuada se repitió casi en todos los departamentos y también en la capital, por ejemplo, el de cocina, comedores, sanitarios deficientes, improvisados, inexistentes, la falta de utensilios, de mobiliarios, la falta de refrigeración adecuada”, explicó.
Además, señaló que la insuficiencia de insumos y mobiliario impactó negativamente en el funcionamiento del programa. “Había lugares en donde superaba la cantidad de alumnos, entonces eso hizo que los utensilios inmobiliarios fueran insuficientes, no cubría la cantidad de alumnos que tenían esas escuelas”, afirmó.
El informe también identificó problemas relacionados con la planificación y distribución de raciones alimenticias, lo que generó dificultades en varias escuelas. Fernández mencionó que, en algunos casos, la falta de higiene en las instalaciones representó un riesgo sanitario.
“En algunos lugares inclusive se ha detectado la falta de higiene, por ejemplo, hay condiciones sanitarias deficientes. Entonces esas son situaciones que se tienen que solucionar”, enfatizó.
Sobre los utensilios y herramientas esenciales para la preparación y distribución de alimentos, Fernández aclaró que aunque algunos estaban disponibles, no cumplían con los términos de referencia establecidos.
“Tenían, pero no de acuerdo a los términos de referencia. Hay requisitos básicos que ellos debieran cumplir, y esos requisitos básicos se notó que no se cumplían”, explicó. También indicó que el almacenamiento de insumos no siempre se realizaba en condiciones óptimas.
“Algunos tenían en bolsa, tenían en lugares a lo mejor que no eran adecuados como para que se pueda ver y poder controlar después si realmente la cantidad utilizada es la cantidad adecuada”, añadió.
Fernández destacó que el informe incluye recomendaciones tanto de carácter estructural como de mejora progresiva. “En este informe hay recomendaciones realmente, algunas un poco fuertes y otras son de mejora. Por eso digo que hay también aspectos positivos y aspectos que hay que mejorar”, señaló.
Según la directora, estos hallazgos reflejan la necesidad de una mejor planificación y supervisión en la ejecución del programa Hambre Cero.