El funcionario, quien trabaja como guardia cárcel en la Penitenciaría Regional de la ciudad, está siendo investigado por posibles irregularidades en sus actividades laborales durante los días en que ocurrió el crimen.
Nicora confirmó que el miércoles 28 de mayo, el funcionario culminó su turno en la penitenciaría y entregó un vehículo utilizado dentro del establecimiento. Sin embargo, al día siguiente, no se presentó en su lugar de trabajo y notificó al director de la penitenciaría que acudiría a una misa familiar. “El jueves no se presenta a su lugar de trabajo y manifiesta que tendría o tenía que acudir a la misa de algún familiar”, explicó Nicora. La ausencia continuó hasta el viernes, cuando el guardia volvió a la penitenciaría a las 7:30 de la mañana, registró su ingreso y retiró el vehículo nuevamente para completar trabajos de mantenimiento en un taller mecánico, sin registrar su salida.
El Ministerio de Justicia recabó esta información a través del reloj marcador biométrico de la penitenciaría, un registro que también fue compartido con el Ministerio Público y el Departamento de Investigación de la Policía Nacional. “Esa es la secuencia documentada por el reloj marcador biométrico y ya la información recabada que ya también se compartió con el Ministerio Público y con el Departamento de Investigación de la Policía Nacional de Coronel Oviedo”, detalló Nicora.
Aunque hasta el momento la investigación se centra en una posible sanción administrativa por sus ausencias no justificadas, hay otros hechos llamativos que podrían vincularlo de manera más directa con el crimen. Nicora mencionó que hubo consultas sobre si el guardia retiró algún bidón de combustible u otro recipiente con líquido durante los días en cuestión. “En algún momento me consultaron si efectivamente este señor, miércoles o viernes, en algún momento de presentarse al centro penitenciario, retiró o llevó algún recipiente, llámese estos bidones de combustible o que podrían contener algún tipo de líquido”, señaló.
El Ministerio de Justicia realizó una revisión minuciosa de los circuitos de videovigilancia de la penitenciaría y encontró indicios de un movimiento inusual en el estacionamiento del establecimiento. Según información preliminar, un compañero de trabajo habría pedido al guardia que retirara un bidón de la planta de tratamiento de afluentes del penal. “Podría confirmarse que se extrajo un bidón que podría contener cualquier tipo de líquido que según información preliminar fue entregado después en otro lugar fuera del establecimiento penitenciario a este funcionario”, reveló Nicora.
Sin embargo, el ministro aclaró que estas son informaciones preliminares y que aún no existe una confirmación oficial sobre la posible implicación del guardia en el crimen. “Estas son informaciones preliminares, presuntas informaciones, aún no tenemos todavía la confirmación, no podemos hacerlo oficial todavía”, afirmó.