Agustín Barúa, antropólogo y psiquiatra, expresó su valoración acerca del porqué el hombre que presuntamente mató a un perro reaccionó de esa forma. El supuesto autor manifestó que creyó que el animal mató a uno de sus hijos.
“Pienso en estas cosas en que el desafío no es tanto la interpretación precisa de lo que le pasó, sino qué espejo nos pone como sociedad conductas puntuales que a lo mejor nunca vamos a poder comprender”.
Afirmó que la ira es una emoción presente en todas las personas, pero que la sociedad paraguaya tiene una predisposición a esta por problemas acumulados.
“La ira es una emoción, toda emoción humana es válida. Si nosotros clasificamos las emociones en válidas e inválidas, las supuestamente inválidas van a seguir pasando, es parte de la complejidad emocional”.
“Otro elemento, creo que somos una sociedad que tenemos enormes caudales de ira no resueltos históricos y contemporáneos. Históricos por problemas estructurales que tenemos y contemporáneos por la falta de derechos en muchos campos y las desigualdades que existen”.
“Hay un magma colectivo histórico y presente que nos predispone a la ira”.
“Asocio la reacción de este estudiante en Colonia Independencia ¿Contra qué acuchilló?, porque evidentemente el problema no era fundamentalmente contra la directora. Evidentemente este problema no era fundamentalmente el pitbull”.
Señaló que detrás de una reacción pueden existir elementos no visibles que pueden explicar la actuación de una persona.
“Hay cuestiones que nosotros tenemos y que no entendemos la proporción entre el estímulo y la respuesta ¿Por qué tanta respuesta para ese estímulo?, porque no estamos viendo todos los otros estímulos que están acumulados”.