Una pareja perdió a su bebé recién nacido en la madrugada de este miércoles en el Hospital de Capiatá, en el departamento Central.
El padre, Aníbal Cabrera, denunció una atención negligente de parte del personal de salud.
“Si se hubiesen hecho bien las cosas, mi hijo no estaría muerto”, lamentó.
Relató que su pareja acudió al sitio a la 17:00 del martes por dolores y una enfermera le dijo que aún no daría a luz, por lo que la mujer tuvo que salir al pasillo.
Los dolores persistían e insistieron en la atención. “Ahí la dejaron en cama, pero no la llevaron a la sala de parto. Tuvo que aguantarse todos los dolores en cama ahí, sola”, contó Cabrera.
Mencionó que luego de tres horas de haber llegado, finalmente la trasladan a una sala de parto, donde dio a luz.
A las 20:05 tuvo su bebé. No tardó mucho en la sala de parto. Fue un parto normal forzoso. Le jugaron todito, porque ella no podía tener normal, ya perdió su líquido. Parto seco tuvo”.
“Si se hubiese hecho la cesárea de emergencia, se hubiese salvado mi hijo”.
El bebé nació con complicaciones, de los cuales el padre denunció que no fue informado inmediatamente. Los profesionales le pidieron que consiga por su cuenta propia una terapia para el pequeño de forma urgente, debido a que en el hospital de Capiatá no contaban con el servicio necesario.
“Tuve que preguntar cómo estaba el proceso y me dijeron que nació el bebé, que hubo complicaciones en el parto, pero nada me dijeron sobre que el bebé estaba luchando por su vida y que necesitaba de terapia intensiva por urgencia”.
“Me dijeron ‘algo tenés que hacer, porque nosotros no podemos conseguir’. Yo salí a acudir a varios hospitales, pregunté y me dijeron ‘vos no podés hacer ese proceso, el hospital tiene que tramitar’”.
En ese proceso, le comunicaron que su hijo falleció.