Belinda Bobadilla, vicepresidenta de la Asociación de Agentes Fiscales, cuestionó este miércoles la situación “pésima” en la que trabajan los fiscales. Señaló que desde el asesinato de su colega Marcelo Pecci, la condición de los trabajadores es la misma.
“Un año después de la partida de Marcelo, volvemos a plantearnos estas mismas situaciones y posiblemente nos encontramos en lo mismo en lo que estábamos hace un año. Primero, llorándole a un colega, a un compañero, a un hermano, a un hijo, a un esposo y a un padre, y también dándonos cuenta de que seguimos sin los recursos suficientes, que estamos desprotegidos en el trabajo que estamos realizando, que trabajamos en condiciones pésimas de infraestructura y de recursos para la investigación de los delitos”.
Señaló que el crimen de Pecci, ocurrido el 10 de mayo de 2022, afectó a la ciudadanía en general, al ver cómo asesinaban a una persona por hacer bien su trabajo.
“Fue una conmoción que no solamente afectó al Ministerio Público, sino a toda la república, porque no solamente los operadores de justicia, sino el ciudadano que de repente mucho no sabía sobre las cuestiones judiciales, con el asesinato de Marcelo se enteró de quién era o ya sabía y sintió que si a un agente fiscal le sucede esto por estar haciendo bien su trabajo, ‘¿cómo nos encontramos nosotros, ciudadanos, que no tenemos los recursos o que no tenemos la protección como debería tener un agente fiscal’?”.
Mencionó que los agentes que trabajan en áreas de investigación contra el crimen organizado viven en incertidumbres.
“Todos te dicen ‘nunca sabés qué es lo que te puede tocar’. Una causa que parece normal, termina teniendo una serie de sucesos que repercuten en el agente fiscal”.
“Nosotros como agentes fiscales estamos muy expuestos. Particularmente creo que no me detengo a analizar mucho la exposición en la que me encuentro, para evitar sentir ese temor, para evitar encontrarme en una situación de parálisis o que impida actuar como tenés que actuar”.
“Es una necesidad articular medidas de protección efectivas para las personas que se encuentran en la línea directa de batalla en hechos punibles de crimen organizado, de narcotráfico y todos aquellos en que se produzca una alerta de peligrosidad efectiva”.