El director de Establecimientos Penitenciarios, Rubén Peña, se negó a responder sobre la situación de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, donde el clan Rotela mantiene el control desde hace meses. Peña se excusó de comentar sobre cualquier cosa que pueda estar relacionada con la cárcel más grande del país, alegando que se trata de un caso de seguridad nacional y que está directamente a cargo del gobierno.
“El caso de Tacumbú es un caso de seguridad nacional y está directamente a cargo del gobierno nacional, por lo cual yo me excuso de comentar sobre cualquier cosa que pueda estar relacionado con la Penitenciaría Nacional”, dijo cuando se le preguntó cómo explica que el director de la cárcel, quien actuó de vocero del clan Rotela durante la toma más importante que hizo el grupo criminal, siga ocupando el cargo hasta el día de hoy.
Ante la insistencia, Peña afirmó que Tacumbú sí es de su competencia, pero dentro de un marco que no quiso especificar. “Le diría mejor que está en un nivel superior a lo que es la descripción de mis funciones”, expresó. Asimismo, se negó a revelar cuál es la competencia que tiene respecto a Tacumbú, si es que hay cuestiones que escapan de sus posibilidades.
Peña manifestó que aceptó la entrevista para conversar sobre el “desgraciado caso” del asesinato del exdirector de Establecimientos Penitenciarios, Domingo Bazán Rojas.
“Tal vez en otra ocasión será más oportuno, así que yo les pido que me excusen porque tengo cuestiones que tengo que atender”, dijo.
Caso Bazán
El exdirector de Establecimientos Penitenciarios, Domingo Bazán Rojas, fue asesinado esta mañana cuando estaba a metros de llegar a la penitenciaría de Concepción, donde cumplía funciones. En el 2021, el hombre había recibido amenazas de muerte por parte del Clan Rotela, una de las facciones criminales que operan dentro de las cárceles.
El director actual de Establecimientos Penitenciarios dijo haber conocido personalmente a Bazán Rojas y acotó que era funcionario del Ministerio de Justicia, de una trayectoria amplia, con 18 años de antigüedad”. Además, lo calificó como una “persona sumamente capaz y profesional”.
Reveló que Bazán Rojas participó recientemente en “algunas operaciones grandes” que realizaron juntos en las penitenciarías de Pedro Juan Caballero y Misiones, en los últimos 15 días. Sin embargo, aseguró que no le informó de ninguna amenaza que pudiera haber recibido en esas requisas.
Explicó que Bazán fue asignado a la penitenciaría de Concepción por ser oriundo de esa ciudad, y que su último cargo importante fue de interventor de la penitenciaría de Ciudad del Este, hasta hace dos meses. Asimismo, indicó que el Ministerio de Justicia siempre recurrió a él como interventor de diferentes penitenciarías, en casos especiales.
Respecto al nivel de protección que debe tener un funcionario de Justicia que tuvo una amenaza directa de muerte, Peña manifestó que no tiene registro de que Bazán Rojas haya informado de amenazas previas, ni durante su gestión ni antes. Añadió que generalmente el funcionario afectado es el que primero informa, y que el Ministerio solicita una protección a la Policía Nacional. Puso como ejemplo el caso de otro exdirector, Artemio Vera, que tuvo un atentado en su domicilio y sigue teniendo una protección policial hasta la fecha.
El actual director se enteró por Radio Monumental que Antonio Bazán había recibido una amenaza por el Clan Rotela en el año 2021. Escuchó el audio de amenaza y respondió lo siguiente: “No tengo registro de que él haya informado sobre eso”.
Peña admitió que el sistema penitenciario paraguayo está en crisis hace muchos años y que existen amenazas contra funcionarios que realizan bien su trabajo. “Creo que los buenos funcionarios pueden tener amenazas cuando se oponen a actos ilegales y eso normalmente no son denunciados formalmente. Son rumores o comentarios que se escuchan en el día a día”, refirió.