La hipótesis que va cobrando mayor fuerza respecto a la muerte de Marcos Ignacio Rojas Mora, acribillado en el ataque en el Ja’umina Fest en San Bernardino, habla de una recaudación no entregada a la estructura narco por la distribución de cocaína en el Departamento Central.
“Marcos Rojas retiró una mercadería, se encargó de la distribución y se quedó con el dinero”, refirió Sergio Insfrán, jefe del Departamento de la Lucha contra el Crimen Organizado. Mencionó que el fallecido “era un gran distribuidor” de la droga en varias ciudades.