Un análisis realizado por el economista e investigador del CADEP, Rodrigo Ibarrola, indica que el aumento neto acumulado de ocupados desde el inicio de la administración Peña es de 74.322.
La principal divergencia radica en la composición de estos nuevos puestos. Ibarrola explica que la cifra de 74,322 “ocupados” incluye una amplia gama de categorías, desde trabajadores informales y formales, hasta empleados domésticos e incluso trabajos no remunerados.
La preocupación central es que el sector informal sigue siendo el principal motor de crecimiento. De hecho, los empleos formales propiamente dichos representan solo alrededor de 18.300 de esos 74.000 nuevos ocupados.
“El estudio incluye a los trabajadores formales, informales e incluso trabajadores domésticos”
Al profundizar en los sectores donde se generan estos empleos, el economista señaló que la mayoría se concentra en el sector de comercio y servicios.
Esto, según el especialista, se debe a la estructura económica de Paraguay que carece de una base industrial robusta capaz de generar servicios más complejos y mano de obra más calificada.
Una de las conclusiones más alarmantes del análisis es que, a pesar de esta expansión en el empleo, el poder adquisitivo de los trabajadores se ha mantenido prácticamente igual o a la baja desde el inicio de la gestión actual.
Ibarrola señala que hay una pérdida de entre el 1 % y el 4 % del poder adquisitivo, dependiendo de cómo se clasifiquen los ocupados por sector.
Esta tendencia no es nueva, sino que se arrastra desde hace aproximadamente 15 años, un factor que genera preocupación sobre la calidad de vida y el bienestar económico de los ciudadanos.