Los fiscales Aldo Cantero y Giovanni Grisetti imputaron ayer al expresidente Mario Abdo Benítez y a varios exministros de su gabinete por su presunta participación en una red de filtración de información.
Según la Fiscalía, el exmandatario, junto con los exministros Carlos Arregui, Arnaldo Giuzzio y René Fernández, habrían formado un grupo con el propósito de filtrar datos de la Seprelad para desacreditar a figuras políticas como el expresidente Horacio Cartes y el actual mandatario Santiago Peña.
René Fernández, uno de los supuestos implicados, negó las acusaciones que pesan sobre él. Calificó las imputaciones como “un relato sin bases fácticas” y desestimó las evidencias presentadas por la Fiscalía.
“La hipótesis que sostiene la Fiscalía es bastante fantasiosa y habla de una conspiración sin fundamentos”, afirmó. Según el exministro, los informes elaborados por la Seprelad que se utilizan como prueba en su contra “no tienen bases o elementos verdaderos”.
Fernández también criticó el proceso judicial, sugiriendo que responde a intereses políticos más que a la justicia.
“Es una imputación que sirve a un mandato político”, declaró. A pesar de reconocer que el escenario es desfavorable, Fernández expresó su confianza en el Estado de Derecho y en las estrategias legales para defender sus derechos.
La lista de imputados incluye, además del ex presidente, al diputado Mauricio Espínola y a los ex ministros mencionados, así como a los funcionarios públicos Carmen Pereira (exviceministra), Daniel Farías, Guillermo Preda y Francisco Pereira, quienes habrían tenido roles en el esquema durante el gobierno de Abdo Benítez.