Señaló que la Dirección de Salud Integral de Niños y Adolescentes es un órgano normativo, encargado de diseñar las estrategias dentro del sistema de salud. “Somos el ala estratégica del Ministerio, que genera todas las normas, todo el cómo se van a realizar las acciones dentro de los establecimientos de salud”, explicó.
En ese marco, el Plan Nacional de Salud Integral de Niños y Adolescentes (2023-2030) constituye la línea de acción principal, garantizando la continuidad de los esfuerzos dirigidos a la protección y educación de los adolescentes.
La directora enfatizó que la educación sexual integral y la prevención del embarazo adolescente se trabajan de manera transversal con otras direcciones. “Trabajar en forma aislada y poder llegar así a los adolescentes y a los profesionales de la salud es un sueño”, afirmó.
Detalló que el MSP cuenta con servicios de atención integral a adolescentes, pero que aún no están disponibles en todos los distritos del país. “Si bien estamos en las 18 regiones sanitarias, no estamos en todos los distritos, pero sí en los departamentos y en las regiones cabeceras”, explicó.
Estos servicios de atención integral incluyen pediatras, psicólogos, trabajadores sociales y el acceso a métodos anticonceptivos para jóvenes que han iniciado relaciones sexuales o que ya han enfrentado un embarazo. La directora recalcó que el objetivo es posponer el inicio de las relaciones sexuales, no solo para prevenir embarazos, sino también para evitar infecciones de transmisión sexual.
“Lo que nosotros impulsamos siempre en el adolescente es postergar el inicio de las relaciones sexuales. No solo pensando en embarazos, sino también pensando en infecciones de transmisión sexual”, sostuvo.
Irrazabal reconoció que la dirección no cuenta con un presupuesto propio, sino que depende de una dirección general y de cooperaciones externas para llevar adelante sus actividades. “La gran mayoría de nuestras actividades las llevamos adelante con apoyo de cooperaciones externas”, explicó.
A pesar de las limitaciones financieras, la directora destacó que el MSP impulsa diversas iniciativas para capacitar profesionales en la atención integral del adolescente. Entre ellas, mencionó la creación de clubes de adolescentes, donde el enfoque principal es el desarrollo del proyecto de vida de los jóvenes.
Uno de los programas clave que el MSP está implementando es Familias Fuertes, Amor y Límites, dirigido a niños y adolescentes de 10 a 14 años. “Es un programa maravilloso que busca reivindicar el vínculo entre los padres y los adolescentes”, aseguró Irrazabal.
El programa trabaja temas como proyecto de vida, prevención de embarazos no intencionados, consumo de drogas y adicciones, con sesiones diseñadas para que padres e hijos hablen sobre estos temas de manera directa. “No quiero decir confronta, pero sí los pone frente a frente para que adolescentes y padres hablen sobre estos temas”, señaló.
Irrazabal enfatizó que la meta es extender estos programas a nivel nacional en el menor tiempo posible, promoviendo una educación integral que brinde herramientas a los jóvenes para enfrentar los desafíos de la adolescencia.