El jefe departamental manifestó que la crisis educativa se profundizó con el retraso en la entrega de los llamados ‘pupitres chinos’, una situación agravada por la exclusión presupuestaria que dejó a la gobernación sin competencias directas sobre el sistema escolar desde el año pasado.
“Muchísimas escuelas no recibieron los pupitres chinos, así como tampoco todos los equipos escolares. Y además muchas escuelas fueron sancionadas por el programa Hambre Cero por no presentar listas de asistencia”, afirmó.
Remarcó que, más allá de ese aspecto puntual, la situación general de la infraestructura educativa en Central es crítica. “Las escuelas están en un lamentable estado, tanto en infraestructura como en funcionamiento. Algunas no tienen electricidad, ni baños, ni comedor”, denunció.
Explicó que desde el año pasado, por resolución del Ejecutivo Nacional, la gobernación quedó excluida de la administración directa del área educativa, lo que limitó su capacidad de respuesta. “Nosotros hicimos lo que pudimos, pero sufrimos un recorte presupuestario”, lamentó.
Estigarribia subrayó que la falta de presupuesto se reflejó en la imposibilidad de cubrir necesidades básicas de las escuelas, muchas de las cuales presentan carencias graves que afectan la dignidad de los alumnos. Recordó que Central es el departamento más extenso y con mayor densidad poblacional, lo que multiplica la urgencia de una solución estructural.
Consultado sobre los problemas más graves de la región, Estigarribia calificó el estado de la salud pública como el drama más grande del departamento Central. Recordó que el presidente de la República prometió hace más de un año un nuevo hospital en Itauguá, pero que hasta la fecha no se colocó un solo ladrillo.
“La situación del Hospital Nacional de Itauguá, del INCAN y del Hospital Acosta Ñu es crítica. No se avanzó en ninguna de las promesas hechas”, afirmó.
Añadió que, ante la carencia de respuesta nacional, la gobernación asumió un rol protagónico con la creación del primer centro de salud mental del departamento, además de habilitar un centro de atención para niños con autismo y adquirir clínicas móviles para reforzar las Unidades de Salud Familiar.
“La semana pasada recibimos medicamentos y seguimos haciendo inversiones en salud. Sabemos que es el área donde cada ciudadano siente más de cerca la falta de respuesta del Estado”, declaró.
El gobernador identificó también al transporte público como un eje de conflicto constante.
“Hoy hay una regulada, y muchísima gente no pudo llegar a su lugar de trabajo. Cuando venía a la gobernación, vi a muchas personas movilizándose en motocicletas o vehículos particulares. Seguramente usan entre dos o tres medios de transporte para llegar a destino. Central concentra los mayores problemas del país, y con el presupuesto que tenemos, no podemos resolverlos solos”, describió.
Finalmente, destacó que la gobernación viene trabajando activamente con sectores productivos frutihortícolas, que representan el sustento diario de muchos ciudadanos del departamento.