La Asociación de Restaurantes del Paraguay (ARPY) expresó su apoyo al horario de verano permanente, destacando los beneficios que esta medida genera para el sector gastronómico.
Oliver Gayet, representante del gremio, explicó que la decisión de no modificar el horario con el ingreso del otoño impacta favorablemente en la actividad de los restaurantes y bares, permitiendo una mayor afluencia de clientes y un incremento en el consumo.
“Cuando se hizo el estudio para continuar con el horario de verano, nosotros fuimos consultados y nosotros como gremio apoyamos a que quede el horario de verano permanentemente”, declaró Gayet.
El empresario explicó que la mayor parte del personal de los restaurantes inicia su jornada entre las cinco y las siete de la tarde, por lo que el ajuste horario no afectó significativamente a los trabajadores del sector.
“El movimiento nuestro de nuestros funcionarios de mañana temprano es muy pequeño, es casi nulo, porque trabajamos más a la noche”, agregó.
Uno de los aspectos positivos que mencionó Gayet es la seguridad en horas de la tarde. Según sus propios empleados, el riesgo de incidentes es mayor al finalizar la jornada laboral que al iniciar el día.
“Nuestros propios funcionarios nos dijeron que hay más inseguridad a la tardecita que a la mañana, que preferían tener una hora más de luz”, afirmó.
Desde el punto de vista económico, el gremio también ha visto un impacto positivo en el comportamiento de los clientes. “El hecho de tener una hora más de luz hace que la gente salga más y gaste más dinero en los restaurantes y en los bares”, sostuvo.
Según el representante de ARPY, cuando oscurece temprano, los consumidores prefieren quedarse en casa, lo que perjudica la actividad gastronómica. “Muchas veces si oscurece una hora más temprano, vos llegas a tu casa tipo cinco y media porque es temprano, ya está oscuro y dices, ah, ya oscureció y ya no salís más”, explicó.
En cambio, cuando aún hay luz solar, las personas continúan con sus actividades y terminan consumiendo en restaurantes o bares.
Respecto al impacto del invierno en la actividad comercial, Gayet señaló que la temporada afecta de manera diferenciada a los establecimientos gastronómicos. “Para los bares se podría decir que, o para locales gastronómicos tipo pizzería y hamburguesería que tienen patio de comida o que se come mucho al aire libre, el hecho de que haga frío, venden menos porque la gente va menos por causa del frío”, explicó.
Además, mencionó que la venta de cerveza disminuye en la época invernal, ya que los clientes prefieren bebidas más acordes al clima. “La gente opta por no consumir cerveza porque hace frío”, indicó.
En contrapartida, los restaurantes cerrados y especializados en vinos y destilados ven una mejora en sus ventas durante la temporada fría. “Para lo que es restaurantes finos que sirven vinos o que sirven destilados, el invierno es la mejor época para esos locales gastronómicos”, explicó Gayet.
El gremio sostiene que cada tipo de negocio se adapta de manera distinta a los cambios climáticos y horarios, por lo que apoya la estabilidad horaria vigente en Paraguay.