El sector inmobiliario paraguayo vive un momento de auge, impulsado por el interés de inversores extranjeros, especialmente argentinos, que ven en el país un lugar seguro y rentable para refugiar sus ahorros y generar ingresos por alquileres. Raúl Constantino, presidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (CAPADEI), analizó la situación actual y las perspectivas del mercado de bienes raíces en Paraguay.
Constantino aseguró que el desarrollo inmobiliario comenzó hace unos tres años por iniciativa de los propios empresarios paraguayos, que apostaron por proyectos innovadores y de calidad, y que eso fue visto por los inversores extranjeros como una oportunidad de negocio.
“El sector inmobiliario ha sido el que ha generado esta visión que tienen estos países inversores en Paraguay como un lugar excelente para venir a hacer sus inversiones”, dijo. Indicó que Paraguay ofrece condiciones favorables para la inversión inmobiliaria, como un sistema impositivo ventajoso, una inflación regulada, un dólar estable y una seguridad jurídica.
Además, destacó la cercanía geográfica con Argentina, el principal país emisor de capitales hacia el sector inmobiliario paraguayo. Según Constantino, los argentinos confían en el inmueble como lugar de refugio de su ahorro y de generación de renta, y buscan escapar de las dificultades políticas y económicas que atraviesa su país.
“La Argentina históricamente, ya lo demostró en Uruguay y también en menor medida en Estados Unidos, es un inversor que considera el inmueble con un valor muy fuerte dentro de su inversión. O sea, el argentino confía en el inmueble como lugar de refugio de su ahorro, y desde ya en Paraguay con estas condiciones impositivas, de inflación regulada, de un dólar estable, es evidentemente un lugar muy atractivo para ellos”, afirmó.
Explicó que el mercado inmobiliario paraguayo está compuesto principalmente por inversores que compran unidades residenciales o corporativas para ponerlas en alquiler, y que representan alrededor del 75% del consumo. En cambio, el comprador final, es decir, el que adquiere una vivienda para su uso propio, es todavía escaso debido al problema del crédito hipotecario insuficiente y poco accesible para la mayoría de la población.
Constantino señaló que este es uno de los desafíos pendientes para el sector inmobiliario, junto con la mejora de la infraestructura urbana y la simplificación de los trámites burocráticos.