Ramírez explicó que las direcciones departamentales de educación tienen la facultad de establecer su propio calendario académico y ajustar los horarios según las realidades de cada zona. “La escuela de alguna manera puede poner horarios diferentes, distintos, según sus realidades”, afirmó.
El ministro reconoció que la discusión sobre el uso horario no afecta únicamente al sistema educativo, sino que tiene implicancias más amplias. “Acá hay dos cuestiones. Una es el tema del uso horario, que es una discusión que no tiene solamente vínculo con la escuela, tiene vínculo más allá de la escuela”, explicó.
Sin embargo, señaló que el ajuste del horario escolar puede implementarse de diversas formas sin generar un desfasaje en la rutina diaria de los estudiantes.
Actualmente, el sistema de ingreso y salida de los alumnos varía según la región y la estación del año. En algunos casos, los estudiantes deben trasladarse a oscuras en la mañana o al finalizar la jornada.
“El que entra a la mañana muy temprano, ese trayecto que hace con sus padres a oscuras hasta las 7, 7 y poco, y después hace todo el trayecto de la escuela con luz. El que sale a la tarde, sale a la tarde 5, 5 y media, sale muy oscuro”, detalló Ramírez.
Ante esta situación, el ministro considera viable la implementación de horarios diferenciados para el invierno y el verano, como ocurre en otros países.
Respecto a los desafíos para la aplicación de esta medida, aseguró que no existe ningún impedimento, salvo la necesidad de que las comunidades se pongan de acuerdo en el horario que les resulte más conveniente.
“El problema es que cada comunidad vecina se ponga de acuerdo y elija el horario que le viene mejor”, señaló el titular de Educación.
También destacó que, si bien hay sectores que expresan su desacuerdo con el horario vigente, una parte importante de la población, sobre todo en zonas urbanas, lo acepta y se encuentra conforme con la disposición actual.
“Este horario no es que tiene un desacuerdo masivo, al contrario. Hay mucha gente que está contenta con este horario”, afirmó. Sin embargo, reconoció que en las áreas rurales existen mayores dificultades, ya que muchos niños deben recorrer largas distancias antes del amanecer.
Aseguró que el Ministerio de Educación continuará con el análisis de la propuesta y la evaluación de los efectos que un cambio de horario podría tener en la organización escolar y familiar.