El cocido y la chipa representan dos pilares fundamentales de la gastronomía paraguaya, cuyo origen se remonta a tiempos coloniales y está marcado por una fusión entre la tradición indígena y la influencia española. Vidal Domínguez, chef y estudioso de la historia culinaria, explicó los antecedentes de estas preparaciones que han perdurado por generaciones.
Domínguez resaltó que las referencias más antiguas sobre el cocido provienen de relatos de sacerdotes que describieron cómo los nativos guaraníes dejaban reposar la yerba mate hervida durante la noche para luego consumirla como bebida refrescante al día siguiente.
“Dice que estos nativos dejan la yerba mate, el cual calientan, es decir, hierven la hierba mate a la noche y lo dejan reposar toda la noche y al día siguiente lo utilizan como un refrescante para evitar el calor”, mencionó Domínguez. Los indígenas endulzaban la bebida con miel, práctica que se mantuvo hasta la introducción de otros endulzantes con la llegada de los europeos.
Sobre la chipa, Domínguez reveló que su receta original se denominaba mbuyape avatí, cuyo significado en guaraní es “pan de maíz”. “La nativa cario-guaraní hacía el mbuyape avatí. El mbuyape es pan, el avatí es el maíz”, explicó.
En sus primeras versiones, la chipa se elaboraba con grasa animal, sal vegetal, almidón de mandioca y harina de maíz. Sin embargo, con la llegada de los conquistadores, los ingredientes se modificaron con la incorporación de leche, queso y huevo, dando lugar a la versión mestiza del pan tradicional.
El chef también detalló la influencia lingüística en la denominación actual de la chipa, señalando que su nombre se originó a partir de intercambios comerciales entre los nativos y los quechuas del Perú. “Pan de maíz en quechua es chipa. A los nativos cario-guaraníes les gustó para insertar y quedó dentro del lenguaje”, explicó Domínguez.
Así, la chipa dejó de ser llamada mbuyape avatí y adoptó el término que se mantiene hasta la actualidad.