Arturo Mendoza, padre de Amaya, una niña de 7 años que falleció el pasado 1 de enero por un cuadro de dengue, denunció que los médicos del Hospital Regional de Caacupé no procedieron de forma correcta para salvar la vida de su hija.
Según Mendoza, el 29 de diciembre llevó a su hija al hospital porque tenía fiebre, pero los médicos le diagnosticaron amigdalitis y le recetaron medicamentos para la garganta, sin realizarle ningún análisis de laboratorio.
“Le medicaron con remedios para dolencias en la garganta, fueron nocivos para ella. Porque dos días después confirmaron que era dengue y se perdieron valiosas 48 horas”, afirmó Mendoza, quien agregó que su hija tuvo complicaciones derivadas de la misma medicación.
Mendoza sostuvo que hubo “mala praxis” y que se configura como una “negligencia” por parte de los profesionales de la salud que atendieron a su hija. Además, anunció que hoy se cumple un mes de su fallecimiento y que habrá una junta médica en el Palacio de Justicia de Caacupé para investigar el caso.