Arce señaló que, aunque existe una diferencia real en la tabla de posiciones, tanto Cerro como Olimpia han mostrado rendimientos inestables, alternando entre partidos muy buenos y otros no tanto. Ambas instituciones, por su naturaleza, están obligadas a ganar siempre, especialmente en el Clásico.
El encuentro es crucial para Cerro Porteño, ya que se encuentra en la disputa por la primera posición y quedan pocos partidos para finalizar el campeonato.
El Clásico: un partido aparte
Aunque numéricamente Cerro Porteño parte en la teoría como el favorito, Arce sostiene que en el fútbol esta ventaja se diluye. Desde su experiencia, asegura que ningún equipo se “achica” en este tipo de enfrentamientos. Es esencial jugar el Clásico “como un partido aparte, como una final”.
El entrenador enfatizó que la figura de Richard Ortiz en Olimpia es determinante. Si este jugador de experiencia está “bien” y “entero,” su rol de “duelo ahí en la tropa” influye totalmente en el resto del equipo, facilitando la ejecución de la tarea.
Iniciativa y presión para Cerro
Arce considera que, por las características históricas del club, por la necesidad de los puntos y por ser el equipo “mandante” (local), Cerro Porteño va a tener la propuesta y deberá tomar la iniciativa en el juego. Históricamente, Cerro tiene una forma de jugar que le agrada a su gente y motiva a levantar a los aficionados de sus asientos.
Recuerdos y diferencias en la presión de las hinchadas
Al hablar sobre las pasiones divididas, Arce reveló que sintió una mayor presión de su “propia gente” (la afición de Cerro) durante su etapa allí como entrenador. En contraste, su experiencia en Olimpia fue distinta; la hinchada no se enfocó en su pasado cerrista, sino en lo que podía aportar para ayudar al club a conquistar un título, algo que no lograban hacía 4 años.