El médico cirujano Miguel Ángel Cavallo esta semana fue imputado por homicidio culposo, tras la muerte de Maylen Romero, una paciente suya durante un implante mamario. Karina Gómez Segovia, otra de sus víctimas, relató su sufrimiento tras una intervención quirúrgica en el año 2016.
En ese entonces Cavallo fue sentenciado a dos años de prisión por declaración falsa. No contaba con la autorización ante el Ministerio de Salud para realizar cirugías en el local que declaró como su clínica.
Según los antecedentes, el supuesto especialista realizaba intervenciones quirúrgicas estéticas en su domicilio, en una pieza del fondo de la casa de manera improvisada y sin instrumentos médicos adecuados.
La denuncia de Karina Segovia por supuesta negligencia fue desestimada por no contar con certificados médicos que comprueben complicaciones.
“Es un reverendo mentiroso. La forma en la que engaña a los clientes es descarada”, afirmó la mujer. “El día de la operación, lo primero que te pregunta es si trajiste el dinero. Me hizo un recibo, luego me dijo que no estaba llegando el equipo médico y me hizo entrar en una camilla”, recordó.
Foto: Archivo Diario ÚH