El comisario Carlos Benítez, comandante de la Policía Nacional, brindó detalles sobre el operativo Veneratio, que se realizó ayer lunes en el penal de Tacumbú, con el objetivo de recuperar la autoridad del Estado en la unidad penitenciaria. El operativo, que contó con el apoyo de las Fuerzas Armadas, se saldó con la muerte de un suboficial y once reos, y se logró el traslado de uno de los líderes de los reclusos, Armando Javier Rotela.
Benítez explicó que el operativo fue “exitoso” y que se logró la “recuperación total de la presencia del Estado en el manejo administrativo, la seguridad del territorio, del personal del penal de Tacumbú y también la institucionalidad que se recupera en este caso en lo que es la unidad penitenciaria”.
Reveló que tenían información de inteligencia de que los reos poseían “armas de grueso calibre, explosivos, granadas, dinamita en gel, ciertas porciones de C4, armas blancas de diferente tipo, armas contundentes, combustible, tenían un arsenal disponible para aguardar la llegada del personal policial que tomó por asalto la unidad penitenciaria”.
Benítez destacó el “valor, el coraje, la disciplina y la decisión del personal policial de cumplir con esta orden de operaciones que al final del día ha sido un éxito al llegar hasta el fondo mismo de este sitio y en donde también se le pudo aprender detener a uno de estos elementos, en este caso hablamos de Rotela”.
Según el comisario, Rotela era el que “manejaba con mucha fuerza los sectores que tienen que ver con esta unidad penitenciaria”, aunque reconoció que había otros reclusos con “diferentes apellidos que también en algún que otro momento se disputaban el monopolio de la unidad penitenciaria”.
Benítez lamentó el fallecimiento del suboficial ayudante Martín Mendoza, y expresó sus condolencias y su pesar a su familia. También informó que hubo 40 heridos, 17 de ellos con heridas de arma de fuego. “Esto ayuda a dimensionar cuál fue el ataque que recibió el personal policial”, dijo.