La investigación reveló una serie de irregularidades en el procedimiento policial, lo que derivó en la imputación de cinco personas, incluyendo al militar y su esposa. El fiscal Itálico Rienzi explicó que la patrullera de la Comisaría 22 detectó al militar en estado de ebriedad, iniciando una persecución en Semidei y Ruta Transchaco, la cual terminó frente a su domicilio, detrás del Centro de Instrucción Militar de las Fuerzas Armadas (Cimefor). “El militar venía en estado de ebriedad, fue apercibido por la patrullera de la Comisaría 22, donde había tres efectivos policiales”, relató Rienzi.
Según los agentes policiales, realizaron disparos de advertencia al aire, pero la versión del militar y su esposa indica que los disparos impactaron en la cubierta del vehículo. “Si fueron a la cubierta, perfecto, es para inmovilizar”, aclaró el fiscal. Posteriormente, el militar habría golpeado a uno de los policías y fue trasladado a la comisaría.
El fiscal confirmó que la esposa del militar negoció con los agentes y realizó una transferencia de 15 millones de guaraníes a la cuenta de dos policías. “Se hace una transferencia de la cuenta de la esposa a la cuenta de dos policías de guaraníes, 15 millones”, explicó Rienzi. Posteriormente, el vehículo fue retirado y reparado.
Horas más tarde, la pareja presentó una denuncia contra los policías por supuesta coima, lo que generó un nuevo conflicto. “Dicen que hicieron la denuncia y querían de vuelta el dinero. Y le devuelven 13 millones de guaraníes de los 15”, detalló el fiscal.
Rienzi indicó que, tras recibir el informe del comisario de la Comisaría 10, se contactó con la Dirección de Delitos Económicos y Financieros para iniciar el procedimiento. “Me constituyen en la comisaría, aprendo a los tres policías ya en particular, estando ya sin servicio”, informó.
El fiscal incautó los celulares de los agentes y constató que, además de pedidos de dinero, también hubo ofrecimientos. “Incauto los celulares en los mismos, me cuentan la historia, me muestran la evidencia que ellos tienen, que no solamente hubo pedidos, también hubo ofrecimientos”, señaló.
Al día siguiente, el militar y su esposa también fueron detenidos tras presentarse en la Fiscalía. “Ordené su detención también de ambos, del militar y de la esposa”, confirmó Rienzi.
El fiscal imputó a los policías por extorsión, coacción grave, obstrucción a la persecución penal y abuso de función pública. “Los policías los imputé por extorsión, hecho pasivo agravado, coacción grave y obstrucción a la persecución penal”, afirmó Rienzi.
Por otro lado, el militar y su esposa fueron imputados por soborno agravado y denuncia falsa, debido a que alegaron que los disparos habían impactado en la cubierta del vehículo, lo que no fue comprobado. “El militar está imputado por exposición al peligro del tránsito terrestre, por haber conducido en estado etílico, y también por resistencia por haberle pegado a uno de los policías”, agregó el fiscal.
