El ministro del Interior, Enrique Riera, se refirió al caso de la privación ilegítima de libertad de un ciudadano en Luque que involucra a cinco policías, y aseguró que se tomarán medidas para depurar la institución policial y evitar que se repitan hechos similares. “Se identificó rápido a los involucrados”, dijo Riera e indicó que los policías fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía, y que se inició un sumario administrativo.
Riera afirmó que “no volverá a suceder que los agentes que actúan con irregularidad sean reciclados en otras comisarías”, y anunció que se implementará un sistema de control interno y una auditoría externa para fiscalizar el desempeño policial.
Asimismo, el ministro expresó que “no existe otro camino que mandar señales claras” y que por eso le pasó al presidente Mario Abdo Benítez “los seis mejores comisarios para que sea Comandante de la Policía”. Riera destacó que el nuevo comandante, Carlos Benítez, tiene una trayectoria intachable y una visión moderna de la seguridad.
“La industria del traslado también va a acabar, así como los maletines. Vamos a tratar de depurar”, prometió Riera, haciendo referencia a las prácticas corruptas. El ministro también instó a la ciudadanía a denunciar y filmar cualquier irregularidad que observen en los agentes. “Así se salvó esta chica cuando le intentaron plantar drogas. El proceso de renovación será duro”, reconoció.
Por otro lado, admitió que siguen sin tener mayores detalles sobre el supuesto ciberataque que alertó el exprtesidente Mario Abdo el 14 de agosto, y que motivó la firma de un decreto para declarar en emergencia el sistema informático del Estado.
“A todos nos llamó la atención el decreto. El ataque fue anterior al 15, y atacó a otras ciudades de la región. El decreto pretendía abrir el paraguas. Todavía se siguen evaluando posibles daños”, explicó. El ministro señaló que hay una baja inversión en ciberseguridad y que el hacking es la tercera empresa más rentable del mundo.
Manifestó que hay aspectos del supuesto ciberataque que no le cierran, como el hecho de que se hable de una base de datos y una oficina que no existen. “Hay algo que no cierra. Hablan de base de datos y no tenemos, así como una oficina que no existe”, dijo.
El ministro agregó que todavía no pueden asegurar si se robó o no información sensible del Estado, ni qué datos se vulneraron supuestamente.
