El presidente describió a los atacantes como “delincuentes que vinieron a atropellar” su casa, no como hinchas. La escena fue comparada con “una película de terror”, donde los individuos, algunos tapados, arrojaron cascotes disparando directamente a la casa.
Rodríguez el ataque es “una represalia” por una resolución reciente del tribunal disciplinario que suspendió a “líderes de la Barra de Luque”, quienes son específicamente los que atropellaron su casa. Afirmó que ya tienen “plenamente identificado” al líder que impulsó este ataque a través de cámaras, señalando a Pedro Enrique Ayala, más conocido como Enrique Ayala, quien actuó a cara descubierta.
Frente a esta situación, el presidente de Luqueño fue contundente: “no vamos a parar hasta las últimas consecuencias”.
Enfatizó que, aunque con él “no hay problema”, a “mi familia no no se le toca”. Considera el ataque “imperdonable” y que “no tiene nombre y no tiene perdón”. Rodríguez siente que debe haber alguien que enfrente a “esta clase de delincuente” y es por eso que pide el apoyo de los demás presidentes de los clubes.
Finalmente, informó que están juntando la mayor cantidad de elementos probatorios y que presentarán la denuncia en la Policía y en el Ministerio Público, además de las pruebas ya recabadas por la propia Policía Nacional, que acudió al domicilio del titular “auriazul”.