Juan Martens, criminólogo, consideró difícil afirmar que el operativo en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú realmente afectó al clan Rotela. Manifestó este lunes que el grupo criminal ya no concentra todo su liderazgo en Armando Javier Rotela.
Mencionó que la organización cambió su denominación por la de “la jungla”. Sostuvo que esto despersonaliza la fuerza de la misma. Agregó que cuenta con influencia en todas las penitenciarías.
“La Penitenciaría de San Pedro tiene casi un control absoluto del clan Rotela, y nosotros ya nos quedamos en el tiempo cuando decimos ‘clan Rotela’, porque en los últimos meses, la nomenclatura que estaban utilizando era ‘la jungla’, ya no clan Rotela”.
“¿Qué análisis hago de este hecho? Que despersonaliza, ya no es Javier Rotela nomás el líder, sino que también son los demás y por eso esta denominación más etérea, más impersonal. Por eso es difícil decir que esto les afecte, ya que efectivamente es una estructura, son cerca de 7.000 personas las vinculadas hoy a este grupo y están esparcidas en todas las penitenciarías”.
Por otra parte, expresó que es un absurdo hablar de retomar el control del Estado en el penal, así como reconocer que se detenga a una persona que ya estaba presa.
“Son las condiciones estructurales que posibilitan la existencia de grupos como Rotela. Simbólicamente, que se haya retomado Tacumbú, incluso es un absurdo hablar de retomar algo que está bajo control del Estado teóricamente”.
“Es muy fuerte tener que reconocer que se logra detener a alguien que está preso. Imagínense lo que estamos festejando”.
El operativo logró el traslado de 700 personas privadas de libertad, en 18 colectivos a unidades militares donde serán inspeccionadas e identificadas para posteriormente ser redistribuidas a distintas penitenciarías del país.
Seis presidarios fueron trasladados a la Agrupación FOPE. Además, quedaron detenidas 52 personas.
El operativo Veneratio inició en la madrugada de este lunes. Miles de agentes de la Policía y militares intervinieron en el penal de la capital con el objetivo de recuperar el control del Estado sobre el sitio.
Armando Javier Rotela, líder del clan Rotela, también fue trasladado.