Un trágico accidente de tránsito ocurrido ayer en la intersección de la avenida General Santos con la calle Sajonia, en Asunción, cobró la vida de Marcelo Esteban Barrios, un joven médico de 26 años que se dirigía a su guardia en el Hospital del Trauma.
El fallecimiento del profesional generó un profundo impacto entre sus compañeros y abrió un intenso debate sobre las condiciones laborales de los médicos residentes, quienes denunciaron maltratos, prácticas abusivas y guardias extremadamente largas.
Carlos Román, jefe de docencia del Hospital del Trauma, confirmó que Barrios se encontraba ingresando a su guardia cuando ocurrió el accidente. “Su horario era de 7.00 a 19.00 horas, 12 horas de guardia”, explicó. El joven había solicitado un reposo la semana anterior y no asistió al hospital el viernes pasado. Sin embargo, el lunes retomó sus actividades normales.
El caso cobró mayor relevancia cuando salió a la luz un mensaje enviado por Román a los médicos residentes, donde se indicaba que quienes presentaban reposo debían preparar una clase como parte de un mecanismo de “incentivo de estudio”.
En el caso de Barrios, debía exponer sobre pancreatitis aguda. Al ser consultado sobre esta práctica, Román negó que se tratara de un castigo. “No es un castigo en primer lugar. Es una práctica que se implementó ya el año pasado para incentivar el estudio a los residentes”, afirmó.
El jefe de docencia defendió el método de enseñanza y aseguró que no se trataba de una penalización, sino de una estrategia para fortalecer el aprendizaje. “Es un estudio de investigación y de la presentación en formato tipo clase para todos los compañeros”, explicó.
Sin embargo, la comunidad médica cuestionó la exigencia impuesta a los residentes, argumentando que aquellos que requieren reposo generalmente lo hacen por motivos de salud y no deberían verse obligados a realizar tareas académicas en esos días.
Román reconoció que los residentes deben presentar su clase tras recuperarse, pero insistió en que no se trata de una sanción. “Cuando terminan de recuperarse de la maldición que les dejó, ya tienen que estar presentando esa clase”, afirmó.
Los médicos residentes consideran que el sistema de trabajo necesita una profunda revisión y modificaciones urgentes para garantizar el bienestar de los profesionales de la salud.